He pasado unos días en el Priorato este verano y he presenciado la sequía atroz que sufre el interior de la provincia de Tarragona. Casi mágico me pareció que las vides o los almendros fueran capaces de engendrar frutos. A pesar de todo era posible ver racimos de garnacha en los viñedos más privilegiados. El momento álgido de la escapada en este paisaje semidesértico fue el día de la visita al pueblo de Ciurana, enclavado en un risco al pie del embalse del mismo nombre. Ni gota de agua en un pantano que en el 2020 estaba al 94 % de capacidad.
Por la tarde durante la visita a Falset, me encontré con Ferretería Martí -Cadena 88- en la parte más noble del pueblo y su puerta estaba repleta de carteles denunciando el expolio de agua que sufre la Tarragona del interior frente a la industria y el segmento de ocio del litoral. Jordi Martí, propietario del negocio, me confirmó que a su masía tampoco llegaba el agua.
Las ferreterías pueden ser altavoz de colectivos silenciados y ayudan en la lucha contra la gentrificación
En los barrios más populosos de las ciudades y en las comarcas más rurales de la España vaciada, el comercio de proximidad es capaz de generar redes de compromisos y hacer de altavoz de las voluntades de colectivos que puedan sentirse silenciados. También se emplean a fondo en las celebraciones de fiestas, en la organización de festivales y en todas aquellas iniciativas que vertebran la comunidad. La pelea contra la gentrificación -ese palabro que se ha puesto de moda en los últimos años- también pasa por estos negocios de cercanía y las ferreterías son un estupendo ariete.
Dejemos que sea el propio Jordi Martí el que nos cuente dónde está el agua del Ciurana:
“Lo que fue un trasvase entre diferentes cuencas para abastecer a los regantes de Riudecanyes con una parte de agua sobrante del río con fines ecológicos, ha acabado siendo un robo. Se han llevado casi todo el agua hacia la ciudad de Reus y se han beneficiado muchos negocios oscuros. Han secado el afluente del Ebro y los acuíferos de la comarca del Priorat que vive prácticamente de la agricultura y del vino. Un desastre medioambiental y económico. En estos tiempos de sequías extremas, la mayor parte de los pueblos y bodegas de la comarca tiene que abastecerse con cubas de agua potable”
Las farmacias del hogar nos proveen de productos, nos dan los mejores consejos de bricolaje, nos ponen en contacto con profesionales instaladores y siempre mejoran el entorno vital dónde se establecen.
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