Debió de ser a finales de la década de los 90 cuando los países ricos de Europa acuñaron el despectivo acrónimo PIGS para referirse a las naciones del sur (Portugal, Italia, Grecia y eSpaña) con economías más dependientes del sector servicios y menos saneadas. Ahora parece que son los PIGS los que salvan la economía de Europa.
Aunque la crisis del 2007 impactó a la gran mayoría de los países fueron éstos los más afectados y a quienes más trabajo les costó dejar atrás los números rojos. El termino PIGS siguió cabalgando con éxito. Ahora, en cambio, desayuno con Alemania en recesión, Polonia lastrada por la crisis inmobiliaria y con franceses, ingleses, holandeses o belgas con crecimientos del PIB muy por debajo del 1%. En el 2023 portugueses, españoles y griegos rozaremos crecimientos cercanos al 3% y los italianos superarán el 1%. Me congratula saber que, en esta ocasión, somos los tocinos del sur -así llaman mis familiares maños a los cerdos- los que hacemos, si no de locomotora de Europa, por lo menos de tren de cercanías.
Muy triste que sea la tendencia a proteger los beneficios la que condiciona la economía transnacional
En la última mesa redonda de jardín, y vamos por la VIII, Carlos del Piñal, de la firma Gardena, sacó a relucir lo de los profit warning y, como lo llevo oyendo todo el año a diferentes empresas de diferentes continentes, lo saco a la palestra. Si llega una dura retracción económica, vendrá tutelada por esa práctica empresarial determinada por el miedo a tocar los beneficios. En su nombre se despiden empleados y se ajustan los cinturones de todos los currantes del siglo XXI. Las consecuencias que antes generaban las pérdidas ahora llegan cuando se ponen en solfa los intocables beneficios. Confío en no tener razón y que el 2024 sólo sea una leve resaca de la fiesta de ventas postpandemia.
Sobre la I Feria de NCC ya he dejado mis impresiones en linkedin. Conociendo a los cooperativistas de todas las tierras de las múltiples Españas, el mayor miedo era que dejaran tirada a su propia organización; eso no ocurrió. Como la organización fue muy buena y las expectativas no miraban al cielo, todo el mundo quedó razonablemente satisfecho. Con la rentabilidad emocional cubierta hubo quien se acordó de la rentabilidad económica en un grupo que ya tiene una edición virtual muy conseguida. Nada como las asépticas encuestas para poner broche final a mi opinión. Les dejo una de proveedores. Como me ha hecho mucha ilusión volver a ver la sonrisa de Luis Franco senior, les dejo una foto que me hice con él en el stand de Reunión Industrial.
Hemos aprovechado la feria de NCC en Valencia para hacer un gran descubrimiento gastronómico en la zona de Manises. Los Porrones.