Quiero que se fijen en la foto que ilustra este post. Convendrán conmigo que fabricando herramientas como la muestra este negocio no nos daría de comer. Esta llave fija es el recuerdo de una visita a fábrica de hace unos años y tiene un agarre tan malo que sólo sirve de adorno. Utilizo la imagen para ilustrar esa tendencia absurda, cada vez más en boga en la restauración, que nos impone platos incontinentes, cucharas con las que es muy fácil mancharse, tenedores que bailan sobre la mesa y, desde luego, cuchillos que no cortan. La eficacia de las herramientas debe estar por encima de la estética. Si nuestros primeros ancestros eran capaces de desgarrar la carne con piedras de sílex no tiene sentido fabricar herramientas que no cumplan su cometido. Hace más de dos milenios que esculpimos el Laocoonte. Mejor no traicionar a la especie.
Como este es un blog ferretero trufado de gastronomía quiero recordar que las herramientas deben ser nietos de la estética pero hijos de la usabilidad y la eficacia.
No es lo mismo hacer bricolaje con una marca premium que con una mala marca
Aprovecho para recordar la diferencia abismal que existe al hacer bricolaje y afrontar reparaciones con una marca premium, con una marca blanca y con una mala marca. La frustración de muchos primeros bricolajeros está muy determinada por la herramienta utilizada y los peores productos espantan a los primerizos.
¿Cuántos primerizos en este hobby han huido espantados por destornilladores que se despuntan, por martillos mal enmangados o herramientas imposibles de agarrar?
Como tenemos las fiestas Del Pilar a la vuelta de la esquina un restaurante en el centro de Zaragoza. Los Xarmientos.
