Yo tenÃa 13 años en 1979 y, aunque bautizado como Francisco Javier, el nombre de Paco, Paquito, Francisco no molaba mucho y no me parecÃa que tuviera mucho tirón a la hora de confraternizar con las chicas. Con la intención de favorecer la interacción con los leotardos de mis compañeras de clase, poco a poco, fui imponiendo el Javier/Javi en derredor hasta el punto de que, en la actualidad, me cuesta responder si alguien me llama por mi primer nombre.
Aunque se lo dije por activa y pasiva, un profesor de autoescuela, en el último examen de moto, hace pocos años, insistÃa en llamarme Francisco. Imaginen la situación. Vas 50 metros en moto por delante del coche del profesor y, por el intercomunicador, no paras de escuchar: “Gire a la derecha en la próxima glorieta Francisco… ¡Suspendido, Francisco, suspendido otra vez!”. Me costaba un mundo hacerme a la idea de que el suspendido era yo.
Imaginen una multitud de ferreteros reunida bajo el balcón del ayuntamiento y alguien gritando: “Que levanten la mano los de Comafe, los de Coferdroza, los asociados a Cofan, a Cadena 88, aquellos que le compran a Clickfer…”.
Puedes estar rotulado con una imagen y comprarles, dependiendo de la familia de productos, a cualquiera de los demás.
¿A qué nombre respondes? ¿De quién te sientes más cerca? ¿Y tú de quién eres?
Un restaurante para comer verdura. La Manduca de Azagra en los madriles.
Javier Barrio
Gracias Cristina por participar y por desarrollar el árbol genealógico de la familia ferretera; familia al fin y al cabo con sus filias y fobias.
Somos biznietos de COFAC, nietos de QF+, hijos de OPTIMUS y pronto hermanos de NEOPRO… y esperamos que la familia siga creciendo, manteniendo y sumando siempre la esencia de cada uno!
Ya se sabe que hay gran diversidad en las familias!
Nostálgico artÃculo!
Anotado restaurante para la próxima visita a Madrid, Javier!!
Felices Fiestas seáis de quién seáis!!