El titular no es un grupo de música trap. Hablo de los malos pagadores. De los que pagan tarde, mal o nunca. Han acompañado a la economía desde su nacimiento y crecen exponencialmente cuando llegan esos gráficos negativos que ahora llamamos, ambiguamente, desaceleraciones. Los casos más evidentes de nuestro sector los hemos visto entre la distribución; sus cornadas se han llevado por delante marcas, productos y fabricantes asentados.
En los últimos tiempos también las cooperativas y grupos de compra del sector pueden sufrir de esta calamidad cuando cazan en coto ajeno. Históricamente fueron organizaciones respetuosas con los territorios tradicionales pero, de tres años a esta parte, se muestran caninas y dispuestas a cortejar a ferreterías y suministros afectos a otras entidades para engordar el listado propio. El problema es que lo que queda suelto por un mercado maduro, como el nuestro, no suelen ser los mejores ejemplos empresariales. De ahí que, en más de una reunión reciente, entre chanzas pero sin disimulo, se dice en voz alta la oportunidad de poner en marcha un registro de morosos -a modo de RAI- que ponga en guardia a los que van de montería. O eso o alguna llamada de cortesía que les avise del peligro y que, obviamente, se convierta en deontología para todos los actores implicados.
En un mercado maduro se corre un alto riesgo de captar socios con problemas de pago
En España la tasa de morosidad supera en dos puntos al de la media comunitaria situándose en el 6%. ¿Qué se puede hacer para bajarla? Poner en marcha registros de buenos pagadores. Una figura que ya funciona en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido o Italia y que es posible en nuestro país, desde el pasado junio, con la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria. Aquí la iniciativa parece muy estancada por la parálisis gubernamental del último semestre del 2019 y porque los bancos se muestran reacios a facilitar datos de sus pagadores más solventes; tienen miedo a que les hurten a la parte más sólida de su cartera de clientes. Si eso ocurre en la banca, de la ferretería no quiero acordarme.
Por cierto, con la eclosión del coronavirus chino se han disparado las ventas de mascarillas. Buen momento para dar un pelotazo pero también para dejar un pufo interesante. Atentos a la jugada.
Con Isidre Argerich de Control Integral hemos descubierto un restaurante espectacular en Manresa. Es una escuela de formación que ya quisiéramos para nuestro sector. Restaurante Escola Joviat.
En todos los sectores habrá quien pague más tarde, pero antes de concederle ese derecho, necesitará haber realizado varias compras con anterioridad, y excepcionalmente, concederle el derecho de pagar en otro plazo. Según los volúmenes y la recurrencia se puede permitir, pero nunca se debe convertir en algo habitual por el bien de las empresas.
Gracias José Ramón; me ha encantado la frase de que el mal pagador lo hace el mal cobrador. Saludos.
Es cierto que deberia haber un lugar donde tomar esa informacion, pero tambien es verdad todos deberiamos seguir la ley, y no permitir los pagos de grandes compañias que se lo saltan impunemente, si todos realmente todos diesemos un credito limitado a 30 o 60 dias, quizas conseguiriamos reducir riesgos.
Muchas veces somos nosotros culpables de que nos tomen el pelo con los pagos.
Alguien me dijo una vez que al mal pagador lo hace el mal cobrador, y tiene razon, la finalidad ultima de todo negocio es ganar dinero, si no se esta encima de los cobros de nuestros clientes, al final alguno siempre nos va a costar el dinero.
En el sector, y en nuestro circulo economico debemos ser mas abiertos entre empresas para cortar la sangria de los morosos antes de nos genere un problema, pero a la vez es algo comprometido y complicado.
Gracias por lo que cuentas Santiago. Si la transparencia fuera la norma común sería más fácil afrontar esta lacra.
Es urgente la creación de un registro de morosos en el sector. Ojalá la iniciativa se materialice pronto. Yo aportaría algunos datos de ex clientes que, simplemente, no les da la gana de pagar.
Gracias Antonio por tu tiempo. Iniciativa complicada por la falta de transparencia del sector como ya indico en el post.
Sería importante tomar iniciativa en el sector S.I. y ver la forma de crear un registro de morosos en S.I. Un cliente con morosidad no es mi cliente.
Gracias Aitor por tu participación. Muy interesante reflexión.
Hola Javier,
Posiblemente no tardaremos mucho en acordarnos de este post a lo largo de este año, porque a pesar de que soy un optimista nato, los datos no le dan razón a mi optimismo (espero que los indicadores se confundan).
Pero si que es cierto que a veces entre compañeros hablamos de que tal va pagando este cliente o si ya hemos cobrado lo que nos dejó pendiente aquel otro. Hoy en día toda aquella gran compañía se apoya de una empresa de crédito, riesgo o como le queramos llamar, que es el gran quebradero de cabeza de todo aquel que comienza la andadura de montar un suministro o ferretería porque el crédito es 0.
Ya no valen aquellas recomendaciones de hablar con el representante que lo conoce o hablar con el banco que sabe como funciona.
La globalización ha llegado para todos y para la morosidad no es ajeno.
Un saludo.