La mediación mercantil en las empresas familiares, como es el caso de las ferreterías, puede solucionar los principales obstáculos para garantizar su futuro. Hablamos con Nuria Lasheras, especialista en el área de empresa familiar, licenciada en Empresariales y Derecho, con ocho años de experiencia como terapeuta familiar y de pareja. Cuenta con una gran experiencia en empresa familiar, ya que ha sido durante quince años directora financiera y de recursos humanos de la empresa fundada por su padre. Máster en Mediación Civil y Mercantil, en la actualidad, desarrolla su actividad desde Mediarte.
¿Cuáles son las funciones principales del mediador?
El mediador
conoce el proceso y principios que rigen la mediación y es garante de su cumplimiento, así como de informar a las partes sobre el mismo.
El mediador
guía el proceso de comunicación entre las partes con el objetivo de que sean
capaces de cambiar la perspectiva desde la que cada uno observa y vive el
conflicto, con el fin de que sean capaces de alcanzar un acuerdo.
La tarea del
mediador consiste en facilitar la comunicación entre los grupos de interés para
que cada uno conozca las necesidades y demandas del otro, enfocando el diálogo
en las materias importantes y bloqueando el diálogo poco productivo.
El mediador
persigue modificar el enfoque desde el cual cada parte plantea la negociación
para generar reglas de juego de colaboración, en que todos ganen para generar
alternativas de forma que se logre el mejor acuerdo para todos en el menor
tiempo posible.
¿Por qué debe una empresa familiar planificar su futuro?
Porque el cambio generacional es una
oportunidad para unir a la familia, teniendo a la empresa como elemento
aglutinante y renovar la empresa de cara a su futura gestión por la siguiente
generación.
Porque el acuerdo sobre los temas de
futuro evita los conflictos.
De hecho, manejar las variables tiempo y
comunicación es vital. Tener una comunicación fluida y tomar las decisiones con
tiempo permite una suave adaptación a los cambios.
¿Qué tipo de conflictos se pueden evitar con esta planificación?
La mayoría de los conflictos suelen ser
diferencias mal gestionadas.
Nos encontramos diferentes ámbitos de
cultivo de dichas diferencias: en las relaciones personales o familiares, en
las relaciones de propietarios o accionistas y en las relaciones de trabajo o
gestión empresarial.
Especial mención haré al momento de
sucesión o traspaso generacional de la empresa que es especialmente susceptible
de conflicto, puesto que son muchas las áreas en que hay que tomar decisiones, y
decisiones de mucho calado para todos.
¿Cuándo debe una empresa familiar acudir a un mediador y dónde puede
dirigirse para contactar con él?
Una empresa familiar debe acudir a un mediador cuando detecta que hay un
tema importante para la familia o la empresa o ambos, en el que no son capaces
de llegar a un acuerdo por sí solos.
Cuanto antes acuden a un mediador, más fácil es llegar a un acuerdo y
menores consecuencias dañinas suele tener el conflicto para las relaciones familiares
y empresariales.
El Reglamento sobre Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles ha creado un
Registro de Mediadores e Instituciones de Mediación que depende del Ministerio
de Justicia, que podrá ser consultado desde la web de dicho ministerio.
nuria.lasheras@mediarteweb.com