Lejos queda ya la noticia que recogimos en C de Comunicación, a la vuelta del verano, sobre la apertura de la primera tienda de Parkside en Budapest (Hungría). La información batió récord de lecturas, a medio camino entre el interés genuino y la preocupación. La marca de bricolaje de Lidl no ha vuelto a informar desde entonces si esa prueba piloto marcha bien o mal.
En cualquier caso, en muchos casos las amenazas de competencia tienen más que ver con la cercanía y la idoneidad que con lo estrictamente técnico, sobre todo si hablamos de particulares. Y aquí Lidl está ganando una importante batalla.
La empresa alemana, de la que depende Parkside, cerró el año pasado con la mejor cuota de su historia en España, según recogen diversos medios económicos a partir de un informe de KantarWorldpannel. Esto no solo consolida a la cadena alemana en el tercer puesto de la distribución -por detrás de Mercadona y Carrefour- sino que empieza a mirar de cerca a la empresa francesa.
Pero más allá de los números, lo relevante es que Lidl contará, si no cambian los planes, con unos 80 nuevos puntos de venta entre el año pasado y este que comenzamos. Ahora mismo, suma alrededor de 700. Serán, entre otros, en Zarautz (País Vasco), Chauchina (Andalucía), Pamplona (Navarra) o Fene-Vilar do Colo (Galicia). Además de las importantes inversiones en plataformas logísticas que han ejecutado en el último año.
Esto significa que la cadena alemana seguirá ganando en capilaridad y podrá llevar sus herramientas Parkside a más localidades españolas, venciendo -de alguna forma- el hándicap de la proximidad con el que cuentan las grandes superficies frente a los comercios más tradicionales.
Estará en mejor disposición de seducir al cliente particular, seguramente más práctico y menos técnico que el profesional.
Tiempo de ser creativos
La presión que ejercen la distribución de gran consumo y específicamente empresas como Lidl, con una clara apuesta por el bricolaje y con ambiciosos planes de crecimiento en España, obligará tanto al ferretero tradicional como a los fabricantes a activar la palanca de la creatividad.
Esta es, precisamente, la palabra guía que hemos marcado en C de Comunicación para el 2025. La creatividad entendida como innovación, el cuestionamiento del status quo y la capacidad de renovarse.
Seguramente esta sea la mejor noticia. La creatividad está en ese océano azul donde los recursos no son tan importantes y las pequeñas acciones pueden acarrear grandes cambios: hablamos de digital, de la dinamización de los entornos locales, de la visibilidad, de mostrar la especialización y el asesoramiento como valores diferenciales, de formación, de atraer clientes a las ferreterías con propuestas innovadoras, de acercarse a las nuevas generaciones…
Hablamos, en realidad, de casi todo lo que se pueda imaginar. La creatividad bien enfocada apenas tiene límites. En 2025, toca ponerse el gorro creativo.
Lidl y Parkside son una seria amenaza. No solo compiten en precio, sino que atraen clientes que luego nos traen herramientas sin repuestos, generándonos mala imagen a nosotros por un fallo de ellos. Nos hacen perder tiempo y ventas. Un desastre.