De momento ha sido un experimento y se desconoce si volverá a realizarse en el futuro, pero para la empresa ha sido una forma de “retar a la primera mano” y demostrar una tendencia: que los productos reutilizados son ya una opción de regalo para el 51 % de los consumidores, según un estudio realizado por la propia marca.
Era una tienda efímera y sólo estuvo abierta los días 4 y 5 de noviembre, pero el objetivo de Wallapop, cuya identificación no figuraba en ningún lugar del establecimiento, estaba claro: “Poner a prueba las capacidades de los españoles a la hora de diferenciar los productos reutilizados de los nuevos“.
Así se expresaba Olivia Calafat, directora de Marketing de Wallapop, cuando la compañía, fundada en Barcelona en 2013, y con presencia en España, Italia y Portugal, dio a conocer el proyecto. La idea, según Calafat, es “que las personas sigan reflexionando sobre sus hábitos, y que sitúen los productos reutilizados al nivel de los nuevos… que los consideren, cada vez más, como primera opción de compra”.
Artículos de diseño, decoración y mobiliario, entre otros
La primera tienda física de Wallapop se ubicó en el madrileño barrio de Salamanca, y en ella se podían encontrar vajillas, juegos de café, artículos para la decoración del hogar… En total, más de 150 productos reutilizados de moda y accesorios, diseño, decoración y mobiliario.
Imagen: Wallapop
Wallapop realizó este “experimento social” de la mano de la actriz y cantante Najwa Nimri como embajadora de la acción. De hecho, ella fue la que desveló que Wallapop estaba detrás de esta iniciativa en su cuenta de Instagram.
La pop-up store (tienda efímera) abrió sus puertas simulando tratarse de una boutique de lujo y se desconocía que los productos expuestos eran reutilizados.