La guerra en Ucrania ha causado una “gran conmoción” en los mercados de productos básicos, alterando los patrones mundiales de comercio, producción y consumo.
Así lo afirma el Banco Mundial en la edición más reciente de su informe sobre ‘Perspectivas de los mercados de productos básicos‘, en el que augura que los precios de los productos básicos “se mantendrán en niveles históricamente altos hasta fines de 2024”.
Según Indermit Gill, vicepresidente de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones del Banco Mundial, nos encontramos ante “la mayor crisis de productos básicos que hemos experimentado desde la década de 1970″.
De hecho, según consta en el informe, se espera que los precios de la energía aumenten más del 50 % en 2022 antes de atenuarse en 2023 y 2024.
Asimismo, se prevé que los precios no energéticos, incluidos los de los productos agrícolas y los metales, se incrementarán casi un 20 % en 2022 y también se moderarán en los años siguientes.
No obstante, según las proyecciones, los precios de los productos básicos se mantendrán muy por encima del promedio quinquenal más reciente. En caso de que se prolongue la guerra o se apliquen sanciones adicionales a Rusia, los precios podrían subir aún más y mostrar más volatilidad de lo que se prevé en la actualidad.
También se espera que el precio del petróleo crudo Brent se incremente en más del 40 % en comparación con 2021, y las proyecciones indican que los precios del gas natural (europeo) llegarán en 2022 al doble de los de 2021, mientras que los del carbón serán un 80 % más altos, ambos en máximos históricos.
“Los mercados mundiales de productos básicos se están transformando de forma duradera como consecuencia de la pandemia, la guerra en Ucrania y los efectos del cambio climático; esta transformación tendrá profundas repercusiones durante las próximas décadas“, concluyen desde el organismo.