La Asociación Española de Fabricantes de Pinturas y Tintas de Imprimir (Asefapi) ha emitido un comunicado en el que “alerta” de las “tendencias al alza de los costes de producción” y de las “nuevas dificultades de abastecimiento” que están teniendo “en determinados materiales estratégicos”.
Esta problemática, que se viene produciendo desde finales de 2020 y que se ha visto agravada por la guerra de Ucrania, ha provocado que el sector haya tenido que “activar planes de emergencia para seguir entregando a todos los clientes, dentro de las posibilidades”, pero “en muchos casos no ha sido posible”, admiten desde Asefapi, asociación que representa al 80 % de los fabricantes españoles de pinturas y tintas de imprimir.
Materias primas afectadas
La patronal del sector pone sobre la mesa que “todas las materias primas” que utilizan en la fabricación “están experimentando un fuerte aumento de precio”. Se refiere Asefapi a sustancias que emplean principalmente como pigmentos o sustancias de química orgánica, de origen petrolífero o biológico, producidas a partir de industrias altamente electrointensivas.
Es más, avisan de que “la situación del dióxido de titanio es especialmente delicada, así como las resinas alquídicas, los isocianatos, los epoxis, ciertas resinas acrílicas y ciertos disolventes (MEK, MIBK) que están especialmente sometidos a presión”. Y es que, según precisan, además de los incrementos de precios, “muchas empresas sufren dificultades de suministro para materias primas como el dióxido de titanio, el etanol, las emulsiones acrílicas, los endurecedores o el talco”.
“Los fabricantes han efectuado aumentos de precios controlados”
También explican que “el coste de los envases“, tanto de plástico como de metal, también se está viendo afectado, además del hecho de que “el coste de los palés de madera sigue alcanzado niveles históricos”. Lo peor, y así lo prevén desde Asefapi, es que “no hay perspectivas positivas a corto y medio plazo“.
“Hasta ahora, los fabricantes han asumido el choque proponiendo, a veces con dificultad, aumentos de precios controlados y muy por debajo de los datos de inflación“, aseguran. Por ello, consideran “decisiva” la capacidad de los sectores económicos para entender la situación de sus suministradores, porque sólo así se podrá “garantizar la supervivencia de una gran parte de las pymes y, en consecuencia, evitar la desindustrialización del país”, concluyen.
