El “improbable” apagón provoca “compras del miedo” en ferreterías y centros de bricolaje

Por Ángeles Moya
Artículos más vendidos, y algunos de ellos agotados, en Ferretería Marcavel (Madrid).
Artículos más vendidos, y algunos de ellos agotados, en Ferretería Marcavel (Madrid).
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Los rumores, infundados según los expertos, de un apagón eléctrico han provocado una “psicosis” en las compras relacionadas, principalmente, con productos de gas y consumibles, “que no vivíamos desde que se dispararon las ventas de mascarillas y geles al inicio de la pandemia”.

Estas palabras, pronunciadas por el director de compras de EDM-Elektro3, Xavier Crusells, se repiten sistemáticamente al hablar con otros actores del sector. Algunos, como Juan Carlos Vázquez, gerente de Ferretería Marcavel, afirman, incluso, que han notado “más miedo” entre sus clientes que cuando acudían en masa a comprar mascarillas. “Sobre todo en el caso de la gente mayor“, asegura.

Y es que, desde que, a finales de octubre, la ministra de Defensa austríaca, Klaudia Tanner, hiciera saltar las alarmas al lanzar una campaña de concienciación para preparar a sus ciudadanos ante un posible corte de suministro eléctrico a gran escala, las ferreterías y centros de bricolaje en España no han parado de acaparar la atención de los medios de comunicación.

En 15 días, más ventas que en un año

Televisiones, diarios digitales, emisoras de radio… se han hecho eco de cómo las ventas de hornillos de gas, cartuchos de gas, camping gas, linternas, pilas, estufas catalíticas o tubos de butano se han disparado hasta límites insospechados. “La venta en 15 días de algunos de estos productos ha sido similar a la que se realiza en un año”, asegura Javier Claver, director de Marketing de Ehlis.

En el caso concreto de Ehlis, Claver informa de que se les han agotado los stocks de hornillos y linternas. “Estamos esperando algunos contenedores de estos materiales, pero posiblemente hasta enero no tengamos más disponibilidad, ya que se fabrican en China y Corea del Sur”, aclara.

Algo similar ha ocurrido en EDM-Elektro3. Xavier Crusells aporta algunos ejemplos: si en cartuchos de gas vendían unas 10.000 unidades anuales, desde finales de octubre han vendido 40.000; en el caso de las cocinas camping a gas, de 2.000 unidades anuales han pasado, en tan sólo 15 días, a 8.000. De estos productos, se han quedado sin stocks.

 cocina camping a gas

Cocina camping a gas.

En el caso de las pilas y las linternas “no nos ha quedado nada pendiente por enviar, porque siempre tenemos stocks muy altos”, explica, pero las ventas, desde que se lanzó la alarma desde Austria, han sido “una animalada“, dice Xavier Crusells, y no exagera. En el caso de los reguladores de gas, el incremento ha sido del 1.200 %.

Incluso se han llegado a vender generadores. Es el caso de Juan Carlos Vázquez, que explica a C de Comunicación que ha vendido dos generadores eléctricos de 2.800 vatios, “mientras que antes de lo del apagón podía vender uno cada dos o tres meses”, dice sorprendido.

¿Has notado un incremento en la venta de los productos que se mencionan en este reportaje?

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Dos semanas “de locura”

“Animalada”, “barbaridad”, “pico de demanda impensable”, “psicosis”… son sólo algunos de los términos que las fuentes consultadas por C de Comunicación utilizan para explicar lo que ha ocurrido. De hecho, y como ya se ha mencionado, la demanda de estos productos ha sido tan desproporcionada e imprevista que los lineales de las ferreterías y las estanterías de los almacenes de los distribuidores tienen ahora más sitio libre que antes.

Víctor Sin, responsable del Departamento de Comunicación y Marketing de Coferdroza, asegura que estos 15 días han sido “una especie de locura colectiva“. Los socios de la cooperativa aragonesa han incrementado los pedidos de productos que funcionan con gas y los consumibles, “y tenemos un problema de suministro bestial“, añade. “Los proveedores no dan abasto -prosigue- y hemos tenido que cortar el grifo de esos productos porque se han agotado”.

Y al hilo de los comentarios de Víctor Sin, viene al caso otro ejemplo más de Ferretería Marcavel. “De vender ocho o diez cartuchos de gas a la semana (porque en este barrio de Madrid -Vallecas-, se venden mucho)… he pasado a vender 500 a la semana“, afirma Juan Carlos Vázquez, quien ‘avisa’ de que “solamente” le queda una caja y no sabe cuándo tendrá más.

Hornillos y linternas, el nuevo papel higiénico

Pero lo que ha ocurrido estas dos semanas no es nuevo para el sector de la ferretería y el bricolaje. El invierno pasado, sin ir más lejos, las ventas de palas se multiplicaron como consecuencia del temporal Filomena. En aquella ocasión, las compras tenían una justificación; pero ahora, según han comentado fuentes de una importante compañía eléctrica española a C de Comunicación, “lo del apagón es una noticia falsa en toda regla“.

También el director general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, Pedro Fresco, sentenciaba, en su perfil de la red social Twitter: “Es altamente improbable que España pueda sufrir un apagón generalizado y duradero“.

Pero, al margen de si puede o no ocurrir lo que dijo la titular de Defensa austríaca, lo cierto es que el sector de la ferretería y el bricolaje ha sido el centro de las denominadas ‘compras del pánico‘, como ya sucediera durante la pandemia con productos como el papel higiénico.

Por qué se producen las compras del pánico

Según el estudio ‘Síntomas emocionales y compras por pánico durante la pandemia del COVID-19: un análisis de trayectoria‘, de los investigadores Carlos Iván Orellana y Ligia María Orellana, “las compras por pánico constituyen comportamientos de consumo que se concretan en aglomeraciones relativamente espontáneas“, que persiguen obtener “artículos que se consideran de primera necesidad” ante la situación que se está viviendo.

Sin embargo, los autores del estudio subrayan que, en estos casos, “el aspecto perceptual o interpretativo es relevante, porque la atribución de ‘primera necesidad‘ que recibe un artículo no siempre encuentra una justificación lógica“, como demostró la compra masiva de papel higiénico durante la pandemia.

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