El artículo "no cumple con los requisitos de la Directiva de seguridad general de productos", según la Comisión Europea.
La Comisión Europea ha ordenado la retirada del mercado de una de las sillas de jardín que comercializa la firma italiana Progarden. En concreto, se trata del modelo Altea de color blanco, fabricado en plástico.
Según el informe emitido por la Comisión, “la silla tiene bordes afilados“, por lo que “el usuario podría tocar o pasar la mano” por esos bordes y, como consecuencia, “sufrir cortes“.
Por tanto, y puesto que este modelo de silla “no cumple con los requisitos de la Directiva de seguridad general de productos”, la Comisión exige “a los distribuidores” que retiren este producto del mercado.
Precisamente la Directiva de seguridad general de productos estableció un sistema de intercambio rápido de información, gestionado por la Comisión, que permite que las autoridades nacionales alerten rápidamente a sus homólogas sobre cualquier producto no alimentario que entrañe un riesgo grave para la salud y la seguridad.
En el caso de este modelo de silla de jardín de la marca Progarden, el país que emitió la alerta fue Polonia, indicando que el producto “podía cortar”, algo que Bruselas ha considerado suficiente para ordenar que todos los países miembros retiren este producto del mercado, y la medida ya ha entrado en vigor.