Crisis del acero: perspectivas de futuro según la Unión de Empresas Siderúrgicas

Unesid ha organizado hoy un seminario 'online' bajo el título 'Materias primas y productos industriales en el mundo post-COVID', en el que se han analizado las causas y las perspectivas de futuro de la crisis del acero.
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El proceso para que se restablezca el suministro de los productos siderúrgicos “tiene que llevar todavía varios meses”. Así ha respondido Alfonso Hidalgo, director de Estudios Económicos de Unesid, la Unión de Empresas Siderúrgicas, a la pregunta formulada por este medio, en relación, precisamente, con los problemas de suministro que se están produciendo como consecuencia de la crisis de las materias primas a nivel mundial.

Lo ha hecho durante el webinar que Unesid ha organizado esta mañana bajo el título ‘Materias primas y productos industriales en el mundo post-COVID‘, en el que se han analizado las causas y las perspectivas de futuro de la crisis del acero, una de las muchas materias primas que se está viendo afectada por la escasez y los altos precios de cotización que se están alcanzando en el mercado.

La reconstrucción es gradual, pero lenta, -ha añadido Hidalgo-, puesto que todavía el nivel de capacidad que tiene el mercado, y no sólo el mercado europeo, sino el internacional, y la demanda que se está viendo, no dan para que los inventarios se estén reconstruyendo rápidamente“.

El problema de la reducción de inventarios

Y es que, según el director de Estudios Económicos de Unesid, la reducción de inventarios en el sector que se produjo en 2019 ha sido una de las causas de la actual situación (además de otras, como el hecho de que las materias primas se hayan convertido en una fuente de inversión muy rentable para los inversores; la acumulación de pedidos por miedo al desabastecimiento; el fuerte incremento en la demanda mundial de acero, que no se está viendo compensada por las exportaciones chinas, país que es un exportador neto y que ahora se ha convertido en uno de los principales importadores; o la parada de instalaciones siderúrgicas que se produjo en 2019, año en el que más del 10 % de la capacidad se cerró “porque fue un año muy malo”).

En relación con los inventarios, Hidalgo ha señalado que 2019 fue “un mal año para la siderurgia, porque, aunque había un consumo real que todavía se sostenía, las compras se redujeron”. Por ello, “hubo un desestocaje en toda la cadena de aprovisionamiento”. Ese mal año, que en 2020 se agravó por la pandemia del COVID-19, “nos ha llevado a una situación en la que se ha incrementado la demanda y nos ha pillado con los inventarios muy bajos“.

Por ello, Hidalgo insiste en que, “aunque se irá produciendo una reconstrucción gradual, dado el nivel de demanda y el nivel de capacidad de producción que está habiendo, no hay una situación de generación de inventarios grande“. En cuanto a capacidad, a nivel de la UE “se encuentra estabilizada”, ha afirmado, porque casi todas las paradas de instalaciones siderúrgicas que se produjeron en 2019 “han vuelto a abrir, lo que genera una situación estable de capacidad”, ha concluido.

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