La Asociación de Fabricantes de Bricolaje y Ferretería (AFEB) ha celebrado esta semana un nuevo grupo de trabajo en el que ha salido a relucir la preocupación de los fabricantes por los suministros que vienen de China. Una vez más, como viene ocurriendo en el sector desde hace unos meses, el incremento de costes en los fletes y el alto valor de cotización que están alcanzando las materias primas fue objeto de debate.
Aunque durante la reunión, en la que participaron seis empresas, se hizo un balance positivo de 2020 (los números han sido muy buenos pese a la situación actual), las perspectivas de cara a 2021 centraron la atención de los asistentes, sobre todo por la actual situación que está viviendo el sector debido a la crisis logística a nivel mundial que ha provocado un encarecimiento de los costes de determinados productos.
Deslocalización para salir de la crisis
Los intervinientes pusieron de manifiesto que, en algunos países de Europa, ya se está empezando a informar al consumidor del origen del producto. Según los participantes “estamos ante un nacionalismo europeo de producción y de compra, y algunas empresas ya han deslocalizado fabricaciones en Asia para llevarlas a Europa”.
Según los asistentes, este último punto se debe a que actualmente fabricar determinados productos en China tiene un coste y un tiempo de servicio superior al de los productos que se fabrican en Europa, “lo cual puede propiciar un gran cambio sobre cómo entendemos las cadenas de suministros”, subrayaron.
Todos coincidieron en afirmar que este cambio de paradigma también traerá un incremento de costes que el consumidor va a tener que asumir, y que, en la actualidad, “estamos viviendo un momento especial de la historia de la distribución”.
Respecto a las perspectivas del 2021, los asistentes esperan alcanzar un buen número de ventas durante el primer trimestre, incluso en algunos casos hasta el mes de junio.
