El intento de robo se saldó con daños materiales en la puerta del establecimiento, "pero afortunadamente no se llevaron nada", explica el dueño de Ferretería Durán a 'C de Comunicación'.
La delegación de Ferretería Durán en Navalmoral de la Mata (Cáceres) sufrió este sábado un intento de robo mediante la técnica del alunizaje. Un vehículo, “conducido por unos chavales jóvenes”, se empotró contra la entrada de la tienda con la intención de robar, y causó destrozos en la puerta, que tenía cristales de seguridad y barrera, “pero, afortunadamente, no se llevaron nada“, explica Pedro Durán, dueño del establecimiento, a C de Comunicación.
Y no se llevaron nada porque ya hacía tiempo que Durán había ‘asegurado’ las máquinas que tiene en la ferretería con cable de acero para evitar, precisamente, “los posibles hurtos que todos tenemos cada día”. “Gracias a que las máquinas estaban atadas, al entrar en la tienda no pudieron robar nada”, dice el ferretero, que piensa que este consejo puede servir a otros compañeros del sector para que no les roben en sus comercios.
“Como todos sabemos -recuerda Pedro Durán-, el atracador o ladrón va con prisas y coge lo que puede en el menor tiempo posible; pues bien, esto de tenerlas atadas hace que no puedan tirar y salir corriendo, con lo que conseguimos que las primeras cosas que están en el escaparate estén más protegidas”.
Las claves: tener cámara de seguridad y asegurar los productos
“Es fundamental, por un lado, tener cámara de seguridad, porque así se puede identificar a los ladrones; y, por otro, asegurar los productos con cable de acero, o con cadenas finitas, para que nadie pueda llevarse una máquina, porque antes de eso hay que quitar el candado o cortar el cable con el que está asegurada”, insiste Durán, cuya ferretería de Navalmoral de la Mata tiene ya más de 25 años.
“Es la primera vez que nos ha pasado y, aunque causa mucho engorro, porque ahora hay que reparar todos los daños, lo importante es que no se han llevado nada… y que hay cosas peores”, afirma el dueño del establecimiento. Su ferretería tenía cierre de seguridad, puerta de seguridad, cristales de seguridad… “pero la clave ha sido el cable con el que estaban sujetas las máquinas”, concluye.
