Un estudio de Factorial revela datos sobre las solicitudes de vacaciones, los ERTE o la digitalización de las empresas antes, durante y después de que se decretase el estado de alarma.
Las bajas médicas laborales cayeron un 50 % a partir del primer mes de la pandemia y, desde entonces, no han vuelto a subir. Es una de las principales conclus¡ones que se desprenden del estudio que Factorial ha realizado para analizar los principales cambios laborales que se han producido en las empresas como consecuencia de la crisis del COVID-19.
Otro de los datos más significativos es el relativo a los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo). Según este estudio, las solicitudes de ERTE disminuyeron un 30 % en los meses de junio, julio y agosto, coincidiendo con el fin del estado de alarma y el comienzo de la ‘nueva normalidad’.
Con respecto a las bajas médicas, las únicas ausencias que se mantuvieron estables fueron los permisos de maternidad y paternidad. Y, en relación con la disminución de ausencias, Factorial también resalta la notable reducción del número de horas trabajadas. De hecho, desde el inicio de las medidas de confinamiento (en el mes de marzo), los empleados empezaron a trabajar un 5 % menos al día.
El estudio elaborado por Factorial (empresa de software y servicios dedicada a solucionar problemas de Recursos Humanos de pequeñas y medianas empresas) ha analizado a más de 2.000 empresas anónimas que operan en España.
Menos solicitudes de vacaciones
Con respecto a las vacaciones, el estudio refleja que, debido al confinamiento y la incertidumbre, las solicitudes de vacaciones disminuyeron un 75 % en los meses de marzo, abril y mayo, en comparación con el periodo anterior a la pandemia. Una vez finalizado el estado de alarma (el 21 de junio), las solicitudes volvieron a crecer.
Mayor digitalización en las empresas
Al mismo tiempo, el confinamiento ha evidenciado que las empresas se han digitalizado, “más aún si ya iban por ese camino y completamente si nunca lo habían hecho antes”, destacan desde Factorial.
Otro dato relevante, en el ámbito de la digitalización, es que la cantidad de empresas que empezaron a utilizar la firma electrónica en sus documentos en marzo creció un 400 % comparado con meses anteriores. “Sobre todo, por la urgencia de gestionar documentos a distancia, como por ejemplo los ERTE, y hacer cualquier gestión documental durante el teletrabajo“, se especifica en el estudio.
De hecho, con la adaptación de las empresas al teletrabajo, éstas han seguido firmando sus documentos electrónicamente. En la nueva normalidad, el uso de la firma digital es un 72 % mayor que en el periodo anterior a la pandemia.
