La primera semana de junio, en la que muchos centros de bricolaje ya han podido abrir por completo sus tiendas, sin limitación de superficie, ha sido intensa en actividad.
Así lo manifiesta Quim Riera, director general de Implementa DIY, empresa especializada en equipos externos de venta para el canal bricolaje y ferreterías. Su equipo de gestores de punto de venta ha acompañado a las grandes superficies de bricolaje en su vuelta a la actividad, gracias “al apoyo de las principales marcas del sector. El objetivo acordado con ellas ha sido muy claro: ahora es el momento de apoyar a los puntos de venta, porque ellos son los que nos prescriben, nos recomiendan y nos hacen mejores. Las grandes superficies de bricolaje están poniendo toda la carne en el asador y sus equipos de tienda están levantando las ventas día a día, siguiendo fielmente la normativa COVID-19 específica y de aforo, ya sea para fase 1 o 2″, explica Quim.
El director general de Implementa DIY señala que “la demanda de productos de bricolaje por parte del consumidor final, en esta primera semana de junio, está claramente por encima del ritmo que sería normal a estas fechas”. El equipo de profesionales de la compañía ha podido comprobar este aumento de la demanda, por ejemplo, con la reincorporación de los equipos de Leroy Merlin. “La actitud de los responsables de los puntos de venta es muy proactiva”, aseguran desde Implementa DIY. “Hay que apoyar al personal de tienda, ya sea con reposición, merchand, con medios, con promoción, con lo que nos pidan y sin perder ni un segundo para vender”.
Debido a estas buenas sensaciones -con una venta online que continúa, pero con la fuerza de ventas centrada en el canal telefónico y, sobre todo, en las tiendas-, Quim Riera anima a las marcas a que aprovechen “estas próximas semanas de remontada. Porque de eso se trata: de remontar”.
Tras analizar las ventas de los establecimientos durante los pasados días, Quim concluye que se han estado vendiendo las referencias más profesionales de las diferentes gamas de producto, puesto que el usuario profesional tenía acceso a las tiendas, mientras que el particular, no. Esto ha configurado los lineales de manera distinta a la habitual. “Sin embargo, la vuelta del particular va a cambiarlos de nuevo. Y la gran pregunta que planteo surge ahora. En tantos foros del sector nos lamentamos de que en países como Francia o Alemania el consumidor de bricolaje es más Do It Yourself que en España. ¿Es posible que con esta crisis el consumidor español se vuelva, al menos, un poco más bricolador? Es demasiado pronto para valorar. Ahora nos toca recuperar el tiempo perdido”.
