Las empresas familiares siguen sin apostar por las mujeres. En pleno siglo XXI, muchos de los gerentes de negocios españoles prefieren dejar la compañía en manos de sus hijos varones y, a poder ser, en las del primogénito.
Un estudio realizado por la consultora Family Business Solutions con motivo del Día Internacional de la Mujer ha analizado las dificultades a las que se enfrentan hoy en día las mujeres a la hora de convertirse en la segunda generación. La conclusión es clara: ellas suelen encontrar mayores obstáculos a la hora de hacerse cargo del negocio familiar aun cuando tengan una mejor formación y una mayor inquietud por tomar las riendas. Entre los motivos, destacan claramente dos: la preferencia por los hijos varones para continuar con el negocio y la difícil conciliación de la maternidad con la carrera profesional.
La preferencia por el hijo varón se arraiga en la tradición y, como tal, se da con mayor frecuencia en las pequeñas ciudades o en zonas rurales. Además, desde la consultora señalan que, si el relevo se realiza en la figura del primogénito, mejor que mejor. Esto es así porque algunos padres siguen sin confiar en sus hijas como las herederas del negocio. Por ello, se elige al varón, por criterios de género y por la creencia de que los hombres podrán dedicar más tiempo al negocio, sin tener en cuenta su formación, méritos o proactividad de cara a la sucesión.
Por otro lado, la conciliación también parece un escollo para muchas empresas familiares. Aunque a priori podría pensarse que precisamente éstas son las más flexibles a la hora de compatibilizar la vida laboral con la familiar, la realidad es muy distinta. Todavía está muy extendida la idea de que es la mujer la que debe encargarse del cuidado de los hijos y de la casa. Por ello, conciliar el trabajo en este tipo de empresas con la maternidad y hacerlo siendo igualmente respetada en el negocio familiar no es tarea fácil.
Hacer valer sus opiniones, conseguir el mismo respeto que los hombres, demostrar su talento sin autoimponerse límites, llegar a ocupar posiciones directivas, que se deje de asociarlas a los roles familiares, que se las anime a entrar en el mundo de la empresa familiar desde pequeñas y se las forme para ello y que desde jóvenes ya se las informe de los temas relacionados con el negocio son otros de los retos a los que se debe hacer frente para lograr la igualdad entre ambos géneros.
El director de Family Business Solutions, Ricard Agustín, explica que en los últimos 50 años las mujeres han pasado de no participar en el negocio familiar o de hacerlo solo para calmar las tensiones familiares a tener un rol activo en él. “El reto ahora es conseguir el mismo reconocimiento que sus familiares varones”.