La Guardia Civil de Gijón (Asturias) ha detenido recientemente a un hombre acusado de robar de forma continuada herramientas eléctricas para luego revenderlas.
El detenido, un mozo de almacén, sustraía la maquinaria directamente de las cajas de embalaje en las que llegaban las herramientas, para lo que cortaba la cinta de embalar y luego la volvía a pegar para que los distribuidores a los que iba destinada la mercancía no se dieran cuenta de que las cajas habían sido manipuladas.
En total, se calcula que el acusado ha robado por este método 229 herramientas desde el mes de junio, por valor de 18.000 euros, de primeras marcas como Bosch, que luego revendía en tiendas de segunda mano. Las investigaciones comenzaron en junio, cuando la Guardia Civil realizaba sus gestiones habituales de control de establecimientos de venta de segunda mano. A los agentes les llamó la atención la numerosa herramienta existente, con su embalaje original y completamente nueva.
La principal dificultad en este caso consistió en que las herramientas no figuraban como sustraídas, puesto que parecía que el embalaje estaba intacto. Sin embargo, en Asturias había aumentado el número de quejas acerca de que la mercancía no se entregaba completa. La Guardia Civil ha conseguido recuperar un total de 182 herramientas.
Desde Bosch se recuerda la importancia de luchar contra la pérdida desconocida. “Las diferencias en las entregas solo se reclaman cuando se abre el palé y entonces el transportista ya tiene la firma de la recepción. Los plazos pasan y nadie pone la denuncia pertinente”, explica Jesús Martínez, director comercial del canal tradicional de Bosch. E insiste: “hay que concienciar a la distribución. Si no se denuncia a la policía y a la Guardia Civil, estos no pueden actuar”.
