La terrible DANA en Valencia del año pasado dejó un aprendizaje claro: mejor excederse que no llegar. Ninguna administración quiere quedar en evidencia cuando el cielo amenaza. ‘Alice’ es la última. La que ha puesto en alerta a Comunidad Valenciana y Murcia. La que obliga a la precaución, al corte de carreteras y a los avisos para evitar desplazamientos que no sean estrictamente necesarios.
Más allá de la lluvia, la prevención de las administraciones locales tiene repercusiones en la actividad de ferreterías, suministros y empresas del sector. Menos movimiento, menos negocio.
Este jueves se mantuvieron los avisos naranjas en todo el litoral de las provincias de Valencia y Alicante y los amarillos en prácticamente todo el resto de la Comunidad Valenciana. Hoy la región vuelve a la alerta roja por una situación de “extraordinario peligro”.
“Nosotros teníamos repartos en alguna de estas zonas, pero hay clientes cerrados. Incluso en Valencia capital. Se nota la bajada de actividad“, relata a C de Comunicación Julián Crespo, director general del mayorista ferretero Julián Celda Profesa, ubicado en Riba-roja de Túria (Valencia).
Y es que la situación casi inédita de finales de octubre del año pasado sirvió, en todo caso, para entender que la meteorología extrema habrá que concebirla como habitual. Con las imágenes, estos días, de inundaciones y garajes anegados en Alicante, Valencia y algunas zonas de Murcia afloraron pesadillas no tan viejas.
Por eso las autoridades locales, en cuanto la AEMET señala en rojo alguna zona por lluvias torrenciales, despliega una serie de medidas preventivas como el corte de carreteras, la suspensión de clases o los mensajes a la población para, en la medida de los posible, no circulen.
En otro punto, en Murcia, Pedro Rubio (La Tejera Suministros Industriales) asegura a este medio que “de momento” todo está en orden. Ese de momento, cauteloso, tiene mucho que ver con que Murcia ha activado desde hoy la alerta máxima ante lluvias extremas. Los expertos apuntan a que lo peor está por llegar.
La actividad crece por otra alerta, la de un nuevo posible apagón
Que el sector de la ferretería es sensible a la actualidad lo demuestran las palabras de Julián Crespo. Aunque admite esta bajada de actividad por la DANA, y la imposibilidad de activar diferentes rutas de reparto en la región, sí asegura que el miedo a un posible apagón ha desatado la psicosis entre la población.
“Por el tema del apagón, anunciado estos días en televisión, es una locura lo que estamos vendiendo de cartuchos, cocinas de gas, linternas…”, asegura Julián.















