Durante meses, las puertas de Leroy Merlin en Massanassa permanecieron cerradas, pero la actividad nunca se detuvo. Ni dentro ni fuera. Los uniformes verdes siguieron presentes en otros centros, en otras tareas, mientras la tienda afectada por la DANA se transformaba en silencio. Hoy, la reapertura recupera un punto de venta y devuelve a 200 personas su lugar de trabajo, a su día a día.
Volver al lugar de trabajo después de meses de incertidumbre no es sólo cuestión de rutina: es también una forma de reencontrarse con lo cotidiano. Este miércoles 16 de abril, los 200 trabajadores de la tienda de Leroy Merlin en Massanassa han vuelto a pisar los pasillos que dejaron atrás tras los estragos causados por la DANA.
Y lo han hecho después de una renovación completa del establecimiento, ubicado en el centro comercial MN4 de Alfafar, que ha permanecido cerrado desde entonces.
Vuelta a la normalidad
Durante el tiempo en el que la tienda ha estado fuera de servicio, el personal ha sido reubicado en otros centros de la compañía, manteniendo su actividad en distintos puntos de la red comercial. La reapertura supone para muchos de ellos el regreso a su lugar habitual de trabajo y el cierre de una etapa marcada por la emergencia climática.
Tras el impacto de la DANA, Leroy Merlin, como parte del Grupo ADEO, activó el Fondo de Solidaridad de ADEO para apoyar a los empleados afectados por la pérdida de sus viviendas. A nivel social, la compañía canalizó las ayudas a través de organizaciones como Cruz Roja, Acción contra el Hambre y la Unidad Militar de Emergencias (UME), con el objetivo de hacer llegar la colaboración al conjunto de la población damnificada.
La tienda reabre sus puertas ahora con una renovación integral de sus instalaciones, recuperando su actividad en uno de los puntos clave para la compañía en la Comunidad Valenciana.
