En Cataluña no solo tendrán que pagar una tasa medioambiental los establecimientos de más de 2.500 m2, en función del tráfico de vehículos que generen. También las tiendas de más de 1.300 m2 situadas en las inmediaciones de las ciudades deberán abonar este impuesto.
Así lo recoge la ley de acompañamiento de medidas fiscales, presentada por el Departamento de Economía de Cataluña el pasado 29 de noviembre, y tal y como explica el diario El Economista.
Esto supondrá una tasa de 0,18 euros por vehículo que visite las tiendas. La base imponible se calculará según las plazas de aparcamiento que tenga el centro o su superficie. Si el establecimiento no contara con parking propio, la tasa variará en función de los metros cuadrados y de la categoría del punto de venta.
Y es que la propuesta especifica que los establecimientos de bricolaje, así como los dedicados a artículos deportivos, el ocio o la cultura, tendrán un coeficiente más alto para calcular la base imponible. A ello se le añade una penalización para los que, además, estén situados fuera de los núcleos urbanos.
ADFB, la asociación de distribuidores de bricolaje, ha declinado hacer comentarios al respecto, hasta no conocer el texto completo y ver cómo acaba siendo aplicada esta ley.