Las ventas de 3M en el tercer trimestre fueron de 7.885 millones de euros, un 3,5 % menos que el mismo periodo del año anterior.
3M ha hecho públicos sus resultados financieros del tercer trimestre de 2023 y la multinacional con sede en Minnesota (EE. UU.) ha vuelto a cerrar en número rojos, debido, entre cosas, a una disminución de las ventas y a un incremento de los gastos operativos (costes generales, de producción, administrativos, acuerdos extrajudiciales, etc.).
En concreto, entre los meses de julio y septiembre arrojó unas pérdidas de 1.960 millones de euros, que suman un total de 7.498 millones de euros en lo que va de año. Por contra, en 2022 la compañía consiguió unos beneficios netos de 4.967 millones de euros.
En lo que respecta a las ventas, en el tercer trimestre 3M han arrojado una cifra de 7.885 millones de euros, un 3,5 % menos que el mismo periodo del año anterior. Y en cuanto a los gastos operativos, estos han ascendido, entre julio y septiembre, a los 10.356 millones de euros, lo que le ha supuesto a 3M un incremento (en este tipo de gastos) del 145,7 %.
No obstante, su director ejecutivo, Mike Roman, confía, y así lo ha manifestado, “en posicionar a la compañía para un cierre sólido en 2023“.
Demandas multimillonarias contra 3M
3M ha tenido que hacer frente en los últimos meses a una serie de condicionantes que le han supuesto a la compañía incurrir en gastos extraordinarios, como por ejemplo los costes derivados de los sucesivos recortes de plantilla acometidos desde el mes de enero, o los acuerdos extrajudiciales a los que ha tenido que llegar para salir airosa de las diferentes demandas a las que se ha enfrentado en EE. UU.
Una de ellas, adelantada en C de Comunicación el pasado mes de junio, le supondrá a 3M más de una década de pagos multimillonarios, hasta alcanzar los 9.300 millones de euros, por la contaminación del agua potable en Estados Unidos con compuestos químicos no degradables perjudiciales para la salud.
También en el mes de agosto 3M llegó a un acuerdo para poner fin a las demandas por pérdidas auditivas por parte de militares que usaban sus tapones para los oídos Combat Arms, según la información difundida por El País.
Aunque la compañía no admitía expresamente su culpabilidad y aseguraba que los tapones son efectivos cuando se usan adecuadamente, según refería el rotativo madrileño, acordó pagar 6.000 millones de dólares (unos 5.500 millones de euros al tipo de cambio del mes de agosto), entre 2023 y 2029, tal y como comunicó en aquel momento la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC).