Juan José Pinzolas, jefe de Ventas de Sinder, pone en valor la importancia de que los elementos decorativos, sobre todo en el sector de la restauración, estén fabricados con material ignífugo.
Este fin de semana, un incendio en un restaurante madrileño se ha cobrado la vida de dos personas, y 8 de las 12 que resultaron heridas continúan hospitalizadas. Aunque las causas del incendio y todo lo que rodea al trágico suceso continúa bajo investigación, uno de los focos de atención se ha centrado en la decoración interior del local.
Del techo del establecimiento colgaban multitud de plantas artificiales que propiciaron la rápida propagación del fuego, según el Cuerpo de Bomberos de Madrid.
C de Comunicación se ha puesto en contacto con Juan José Pinzolas, jefe de Ventas de Sinder (empresa zaragozana especializada en jardines verticales, celosías, macetas, árboles, etc.), quien ha puesto en valor la importancia de que los elementos decorativos, sobre todo en el sector de la restauración, estén fabricados con material ignífugo.
Elementos decorativos ignífugos
De un tiempo a esta parte, recuerda Pinzolas, las plantas artificiales se han puesto de moda como elemento ornamental, “pero es fundamental, y hasta de sentido común, que en lugares con riesgo de incendio estos artículos de decoración sean ignífugos“.
Pinzolas admite que los jardines artificiales fabricados con materiales resistentes al fuego “llevan un sobrecoste“, pero también subraya que “debe primar la seguridad por encima de los costes que conlleve el producto”. En el caso de Sinder, el jefe de Ventas asegura que ellos en concreto venden “muchos” jardines artificiales fabricados con material ignífugo, “pero no se venden tantos como se debería”, sobre todo teniendo en cuenta la seguridad que pueden aportar.
Así es el jardín artificial ignífugo de Sinder
En C de Comunicación hemos querido saber qué características especiales tiene un jardín artificial ignífugo. Lógicamente, está fabricado con material resistente al fuego, pero para que un producto obtenga esa certificación, tiene que pasar diferentes pruebas que lo acrediten.
En el caso del jardín artificial de Sinder (producto que hemos tomado como ejemplo), Pinzolas nos ha aportado la certificación obtenida, y en ella se observa, entre otras cosas, que este jardín artificial se ha tenido que someter al impacto directo de las llamas.
“Las pruebas son muy exigentes, la normativa europea es muy clara al respecto, y los ensayos se llevan a cabo en laboratorios oficiales, porque la seguridad debe primar por encima de todo“, concluye.
