La compañía, propiedad del Grupo Adeo, cuenta con más de 110 puntos de venta en territorio ruso.
El Grupo Adeo, propietario de Leroy Merlin, ha hecho público un comunicado en el que informa de que, tras 18 años de actividad en Rusia, transferirá el control de su negocio a la dirección local.
De esta forma, Adeo da marcha atrás en sus planes iniciales de continuar con su actividad en territorio ruso, una decisión que no había estado exenta de polémica. Sobre todo tras las sanciones internacionales impuestas al régimen de Vladimir Putin y la salida de otras grandes empresas como Obi o Ikea.
En su comunicado, el Grupo Adeo explica que transfiere el negocio “para preservar los puestos de trabajo de los 45.000 empleados” que dependían de Leroy Merlin en Rusia, “y para asegurar que la actividad de la empresa sigue al servicio de los ciudadanos rusos”.
La operación, no obstante, está sujeta a la aprobación de las autoridades rusas y desde ADEO defienden que en sus sucesivas decisiones en relación con su presencia en el mercado ruso siempre ha primado su “responsabilidad en relación con sus empleados”.
El Grupo Adeo abrió el primer establecimiento de Leroy Merlin en Rusia en el año 2004 y en la actualidad cuenta con más de 110 puntos de venta en el país, 23 de ellos en la región de Moscú. En total, Leroy Merlin tiene presencia en 56 ciudades rusas.
Un proceso iniciado hace varios meses
La decisión adoptada ahora por Adeo de abandonar el mercado ruso, un mercado que ha proporcionado a la multinacional importantes beneficios económicos, “es el resultado de un proceso iniciado hace varios meses en cumplimiento de la normativa internacional“, señalan desde la compañía.
También subrayan que ya “desde el principio del conflicto”, que se intensificó hace algo más de un año con la intervención militar rusa en territorio ucraniano, la multinacional suspendió sus inversiones en Rusia y se produjo “una independencia gradual de las operaciones locales”.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que entre 2014 y 2020 había ocasionado ya más de 13.000 muertos, según el Alto Comisionado de Naciones para los Derechos Humanos, se intensificó tras el inicio, en territorio ucraniano, de la “operación militar especial” anunciada por el presidente ruso, Vladímir Putin, el jueves 24 de febrero de 2022.
