“No ponemos en valor nuestra profesión”, señalaba Paco Segura, representante de Andalucía, como uno de los puntos débiles del agente comercial. “Tenemos que poner en valor lo que tenemos: formación, conocimiento, el estar al día…” Aspecto sobre el que también se mostró de acuerdo Félix Valero, de Valencia, quien habló del “desprestigio” que sufre la profesión.
La mesa redonda organizada por C de Comunicación, con el patrocinio de Eurobrico y Agrefema, puso el foco en las fortalezas y debilidades de la figura del agente.
Nacho Cabello, de Andalucía, incidió en el conocimiento del mercado como uno de los principales valores del representante, algo sobre lo que Antonio Martínez, de Madrid, se mostró de acuerdo, aunque reconoció la dificultad de trasladar toda esa información al fabricante. “Es más fácil explicar a un cliente qué tiene que hacer para mejorar, que al fabricante”.
Para Jordi Vives, de Cataluña, resulta difícil en ocasiones compararse con los comerciales en plantilla de las marcas. “Tienen más conocimiento del catálogo de productos y esto se nota especialmente cuanto más técnico sea el artículo”.
Pedro Bernardo, de Asturias, explicó la necesidad de aportar valor añadido, porque el que no lo haga “está fuera a medio plazo”.
La falta de respaldo y unión entre los agentes comerciales fue vista por José Búa, de Galicia, como una importante debilidad. “Se nos pasa por encima muchas veces y no hay consecuencias”. Esta posible unión es, para Diego Núñez, de Madrid, algo muy complicado por el carácter demasiado individualista de la profesión.
El reportaje íntegro de la mesa redonda se publicará en el número 35 de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje.
