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Rubi cambia su producción para luchar contra el coronavirus

Rubi ha cambiado su producción habitual para pasar a fabricar pantallas protectoras impresas en 3D, uno de los materiales que actualmente escasean y que son de vital importancia para luchar contra la propagación del coronavirus.

El fabricante de herramientas para la construcción, siguiendo las propuestas de colaboración en la producción de material médico y de protección, se suma así al proyecto ‘Coronavirus Makers’, una plataforma que conecta a miles de voluntarios, particulares y empresas, que trabajan en red, para suplir las carencias en equipos de protección, sobre todo viseras y abridores de puerta, para profesional sanitario.

Actualmente el equipo de I+D+i de Rubi está produciendo en sus, con la impresora 3D, estructuras para las pantallas de protección facial, destinadas a los profesionales de la salud. La semana pasada la compañía hizo entrega de la primera tirada de cinco viseras impresas y a lo largo de esta semana espera entregar muchas más.

“Es un orgullo ver cómo en estos momentos nuestros compañero de I+D+i siguen estando en primera línea tecnológica aportando todo su conocimiento con la impresión 3D, así como el resto de colaboradores que en estos días está llevando a cabo un trabajo ejemplar, lo que demuestra que somos una gran compañía”, comenta Josep Munné, director general del grupo Rubi-Germans Boada.

Además, cuando empezó la pandemia, Rubi donó más de 1.800 mascarillas a los hospitales de Valls y de El Vendrell, próximos al centro de producción y logística de Santa Oliva (Tarragona), que da trabajo a más de 150 persona. Y también ha entregado 5.900 mascarillas al Consorcio Hospitalario de Terrassa (Barcelona).

Rubi cierra sus instalaciones de producción y logística

rubi

El grupo Rubi-Germans Boada cierra temporalmente sus instalaciones, tal y como decreta el nuevo Real Decreto-Ley 10/2020, de 29 de marzo.

Desde que se proclamara el estado de alarma, la compañía está tomando todas las medidas necesarias para combatir la propagación del COVID-19. Por ello, y tras el anuncio del Gobierno de la paralización de todas las actividades no esenciales, los centros productivos y logísticos de Santa Oliva (Tarragona) y Alicante, donde se fabrican los productos de Boada Kanguro, permanecerán cerrados hasta nuevo aviso.

“Desde Germans Boada estamos trabajando haciendo el máximo esfuerzo para estar en contacto y seguir cumpliendo con responsabilidad con nuestros clientes y proveedores. Por este motivo ante esta situación excepcional, y siguiendo el mencionado Real Decreto-Ley, estamos teletrabajando con el fin de contribuir a reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el COVID-19”, indica la compañía.

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