Estanterías Simón quiso celebrar en Eurobrico, junto a sus clientes, el 50º aniversario de su fundación, con una gran tarta conmemorativa. Durante estos 50 años Estanterías Simón ha pasado de ser una pequeña empresa que se
dedicaba a pintar maquinaria a convertirse en uno de los mayores fabricantes
españoles de estanterías metálicas. Su continua apuesta por la innovación le permite ofrecer al sector de ferretería y bricolaje múltiples
oportunidades de negocio.
Cuando Armando Simón y su padre pusieron en marcha la empresa
hace 50 años poco podían imaginar que con el paso del tiempo se convertiría en
todo un referente en la fabricación de estanterías metálicas. A sus inicios relacionados
con el pintado de maquinaria, le siguió la producción de bandejas metálicas,
cuando Armando adquirió una plegadora. Entonces, pintaban apenas tres bandejas al día
(con una pistola manual); en la actualidad, Estanterías Simón es capaz de
pintar 48.500 bandejas al día, con una aplicación de pintura epoxi-poliéster.
La fabricación de estanterías comenzó con el modelo actualmente denominado Simonclassic, para el sistema de tornillos, en color gris. Ahora, componen la gama de la empresa
más de treinta modelos de estanterías diferentes, con sus respectivos colores,
dimensiones y capacidad de carga. Por otra parte, Estanterías Simón ha
incorporado nuevos productos: bancos de trabajo, taquillas, armarios y huertos
urbanos. Puede fabricar en más de diez colores distintos: dos tonos de gris,
azul, naranja, verde, violeta…, además de poder personalizar cualquier
artículo.
Nueva etapa
Estanterías Simón dio un vuelco a su trayectoria con la
incorporación de la tercera generación a la empresa, de la mano de Amor Simón,
en 1998, a la que se sumó su marido, Ibán Moreno, tres años después. La
juventud e ilusión de ambos proporcionó un nuevo impulso a la empresa,
profesionalizándola, incorporando nuevas
líneas de negocio y poniendo en marcha unas nuevas instalaciones más modernas y
productivas.
Juntos también tuvieron que hacer frente a importantes
dificultades, como el incendio que casi arrasa la antigua fábrica, en 2003, inaugurada apenas dos años antes, y el concurso de acreedores en el que se vio inmersa la empresa en 2012 y del que
logró salir tan solo unos meses después. Tanto Amor como Ibán tienen claro que
su éxito se debe a cuatro pilares fundamentales: las personas que trabajan en
Estanterías Simón, los representantes, los proveedores y los clientes.
“Esta empresa ha sobrevivido también al cambio generacional y eso se debe
a la forma de ser y personalidad de Armando, caracterizada por su sencillez y claridad”,
explica Ibán Moreno.
Enhorabuena por esos 50 años!!! Gran empresa.