Cuando Ana Redondo, gerente de Ferretería Sobrinos (Burgos), recibió en su Inbox de Amazon (la app de mensajería para los sellers del marketplace) un mensaje en el que avisaba de un intento de suplantación de identidad, no sospechó nada raro.
Como se le indicaba que introdujera su clave de nuevo, lo hizo. Y a partir de ahí comenzó el calvario. “Estaba preparando los pedidos de ese día”, cuenta Ana, “así que los terminé e intenté entrar en mi cuenta”. Ya no fue posible. Y empezó una ronda de llamadas a Amazon hasta que, a las 5 de la tarde consiguió que un empleado de la compañía le facilitara una nueva clave para acceder a su cuenta. Pero el daño ya estaba hecho.
Alguien había suplantado su identidad y había publicado en Amazon Alemania 15.000 referencias de productos como electrodomésticos y motos eléctricas a un precio menor que la media del mercado. El resultado: 300.000 euros en pedidos y mensajes en inglés y alemán preguntando por los productos y la fecha de entrega. Además, los suplantadores habían enviado a las personas que habían solicitado dichos artículos un número de cuenta de Alemania y otro de Reino Unido para que efectuaran el pago de los pedidos.
Amazon cerró la cuenta de Ferretería Sobrinos, con la explicación de que, hasta que el marketplace no solucionara el problema, no la abriría. “Pero así llevamos seis meses. Lo hemos intentado todo, pero seguimos sin saber nada”, señala Ana Redondo.
El perjuicio que toda esta situación ha provocado a Ferretería Sobrinos se traduce, no solo en muchos meses de preocupación constante, sino en dificultades económicas (Amazon le proporcionaba una media de diez pedidos diarios). La gerente de esta conocida ferretería de Burgos solo quiere que se arregle cuanto antes este problema, pero también extrae algo positivo: “Hemos aprendido de esta experiencia y ya hemos tomado medidas para mejorar y que no vuelva a ocurrir algo así”.
Esto me da a entender varias cosas:
1 Que la suplantación de identidad no sólo afecta a los bancos.
2 Que Amazon debería haber advertido de este engaño, como han hecho los bancos. Y si desconocían esta posibilidad, hacerlo inmediatamente.
3 Que Amazon sigue dando un pésimo servicio a los vendedores que utilizan su plataforma.
Y me quedo con la conclusión de que los vendedores prefieren seguir utilizando Amazon a pesar de las circunstancias, en vez de hacer camino propio e invertir en su propia tienda ya sea online o física.
Muy buenas deben ser las cifras para compensar estas adversidades.
A nuestra empresa el pasado mes de junio le ocurrió exactamente igual que a Ferretería Sobrinos y hasta la fecha nuestra cuenta en Marketplace de Amazon sigue bloqueada sin ninguna explicación.
Saludos.