Roca ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para sortear la situación en la que se encuentran los 168 empleados de su fábrica de Gavá (Barcelona) que se verán afectados por el ERE que la empresa presentó en el mes de septiembre.
El acuerdo, que afecta al 24 % de la plantilla de la planta catalana, contempla dos soluciones en función de la edad de los empleados (mayores o menores de 53 años), quienes pueden adscribirse a ellas con carácter voluntario.
A los mayores de 53 años se les ha ofrecido un plan de rentas que garantiza una prejubilación con el 90 % del salario neto del último año. Los que tienen una edad inferior pueden acogerse a una indemnización correspondiente a 42 días por año de antigüedad con un máximo de 32 mensualidades.
Desde Roca informan de que “tras la ratificación del acuerdo por parte de la plantilla, se iniciará un plan de comunicación individual para que las personas interesadas puedan adherirse a la prejubilación”.
Por su parte, desde UGT han valorado este acuerdo “de manera positiva, aún teniendo en cuenta que la pérdida de puestos de trabajo nunca es agradable y menos aún en el sector industrial”.
Qué ocurrirá con la fábrica de Roca en Gavá
Otro de los aspectos que Roca ha pactado con los sindicatos es el compromiso de la compañía de continuar con su actividad industrial en la planta de Gavá, en la que, tras el ERE, quedarán más de 500 trabajadores.
Roca asegura que tiene previsto “implementar” una serie de planes “para consolidar” esta fábrica “como un centro de referencia a nivel global, a la cabeza de la innovación tecnológica y la sostenibilidad en productos para el baño”.
En este sentido, fuentes sindicales aseguran que “gran parte del terreno que Roca ocupa actualmente en Gavá se verá afectado por una modificación urbanística“.
“La previsión de la compañía – adelantan- es trasladar sus oficinas centrales de la Avenida Diagonal de Barcelona a una parte de la superficie de 200.000 metros cuadrados que ocupa la fábrica actualmente”.
El porqué del ERE de Roca en su fábrica de Gavá
La planta de Gavá fue el inicio de la actividad de Roca en el año 1917, cuando la compañía, una empresa de capital íntegramente español, comenzó a fabricar radiadores de hierro fundido para la calefacción doméstica.
Las principales razones que han llevado a Roca a plantear el ERE han sido “el paulatino descenso de las ventas en los últimos años y la previsión negativa de mercado en el conjunto de la Eurozona”, señalan desde la compañía.
En junio de este año, cuando la compañía presentó sus cuentas, los números arrojaron una caída de beneficios del 76 %. De hecho, de los 179 millones de euros de beneficio neto que obtuvo en 2021, Roca pasó a tener 42 millones en 2022.