Recupero el refrán “Lo poco excita, lo mucho cansa” para concluir que un exceso de ferias es tan malo como su ausencia. Después de años en los que Ferroforma era el único evento ferial del sector de ferretería y bricolaje en España y la Eisenwaren Messe de Colonia, la referencia internacional, el panorama, ahora, es otro muy distinto.
Tras el paréntesis de la pandemia, los eventos feriales de carácter comercial han prosperado como las esporas de los hongos, de forma exponencial. A título de inventario, ahí va la lista:
- Eurobrico
- Expocadena
- +Industry
- Feria de negocios de Coferdroza
- Feria presencial de NCC
- Expoferr
- Profesa
- Big Mat Day
- BdB Meeting
- MetalMadrid
- MetalBarcelona
- Sicur
A las que hay que añadir las virtuales, la última de ellas convocada por Ferbric para el próximo mes de marzo. Y falta saber si se resucitarán las presenciales de Coarco y Las Rías, que se celebraban antes del parón del COVID-19.
¿Ferias de negocios o qué?
Todas las citadas se definen como eventos para hacer negocio; o sea, para vender. La pregunta que me hago es si la tarta es tan grande como para que en cada feria se hagan negocios rentables. Y estoy pensando en los expositores, claro. Para los convocantes el negocio está claro. Para los proveedores que montan su stand, presencial o virtual, la cosa no es tan evidente.
Se entiende que quien fabrica y necesita distribuir sus productos sea sensible a las convocatorias de sus clientes, sobre todo cuando estos son lideres en su zona de influencia, sea de ámbito nacional, regional o local.
La experiencia dice, sin embargo, que la excepción es que el saldo que obtienen los expositores en la mayoría de los eventos del sector sea positivo. Casi siempre les cuesta el dinero y les genera más frustración que otra cosa. Hace unos meses realizamos una encuesta para conocer qué ferias ofrecían mejores resultados y la respuesta era muy significativa.
Tampoco conviene ser tan negativo. Se trata de valorar el efecto a futuro que generan las relaciones públicas -los contactos- que se realizan en los stand y en los pasillos. Todos podríamos citar marcas que se lo montan de cine para atraer al mayor número de visitantes. Otras, en cambio, se atrincheran en el stand -como detrás de un mostrador- esperando que alguien se interese por su oferta. Los resultados, evidentemente, no son los mismos.
No se incrementan las ventas, pero…
En todo caso, independientemente de la actitud del expositor, la proliferación de eventos genera una dinámica que modifica de forma significativa los hábitos de compra de los negocios, pero no incrementa las ventas totales.
Las promociones puntuales y la financiación bonificada o las ferreterías provocan un adelanto de las compras, pero, en general, no consiguen incrementar el monto anual de las mismas.
La conclusión es que si no funciona el “sell out”, por mucho que se fuerce el “sell in”, -con todas la ferias presenciales y virtuales que se quiera- el resultado no mejora.
A lo largo del año iremos comprobando el grado de satisfacción de los expositores en las diferentes convocatorias y cuáles generan suficientes expectativas como para mantenerse en el tiempo, o sea si un exceso de ferias es tan malo como su ausencia.
Pienso que para que los fabricantes aumenten sus ventas anuales, no se puede de dejar de vender en este formato “adelantado”. para que los clientes compren el producto, en estos momentos, tenerlo en la estanteria es casi lo mas importante.
En tiempos de “crisis” las compras son de “necesidad”, se compran herramientas cuando se rompe las que tienen. Si en las ferias, nos surtimos bien, planificamos adecuadamente los stock, evitamos muchas “ventas fallidas”, mejoramos nuestros margenes y sobre todo mejoramos nuestra imagen de servicio y fiabilidad.
Siempre que dispongamos de esos materiales, estamos posibilitando el aumento de venta del mismo.
Gracias José Ramón por tu comentario.
Muy interesante tu punto de vista.
soy socio cadena 88 y en la encuesta que hace la cadena siempre digo que la feria presencial tendria que ser cada dos años y en madrid por el tema de los vuelos (llegas a tu casa el domingo de madrugada y tienes que abrir la ferreteria en unas horas)
Gracias por tu comentario, José Manuel.
Para reflexionar.