Hace tan solo unos días que Juan Pedro Vega fallecía de forma inesperada, a los 74 años de edad. Su funeral será el próximo 4 de marzo, en la iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso (calle Princesa, 43), a las 19 h.
Un agente comercial muy querido
Juan Pedro fue un agente comercial único, de los de raza, muy querido por todo el sector de ferretería, no solo de Madrid, y que vivió la ferretería desde niño.
Su historia de amor con el sector comenzó con tan solo 13 años, cuando empezó a trabajar en Ferretería Cruz. Después fue representante en el almacén de ferretería Victorino Martín y poco más tarde se convirtió en agente comercial, una profesión que amó siempre y que desarrolló hasta su jubilación, en junio de 2009.
Fundador de Micel -empresa que, en la actualidad, está gestionada por sus hijos-, durante su etapa de agente comercial muchas fueron las marcas que confiaron en su profesionalidad y honestidad, Entre ellas se encuentran Arregui, Medid, Altipesa, Ucem, fischer, Miarco, Altuna, Irazola, Fecin, Saheco, Torremat, Cromocort, Boira, Aype, Eurolaton, Garhe, Epid, Lar, Micel, etc.
Juan Pedro Vega, un adelantado a su época
Además, Juan Pedro siempre se mantuvo a la vanguardia e incorporó todas las tecnologías que le ayudaban en su día a día. Como recuerda su hijo, Nacho Vega, “tuvo fax antes de que las fábricas lo tuviesen, igual que el móvil gigante del coche y el ordenador con dos disquettes y sin disco duro”. Sin olvidar que fue el primer agente comercial en obtener la ISO 9001 en España.
Cuando se jubiló, recibió un homenaje sorpresa de los ferreteros, un evento que reunió a más de un centenar de ferreterías en una entrañable comida. Durante su etapa como agente y en reconocimiento a su gran labor, obtuvo el tornillo de Oro de Agrefema, el gremio de ferretería de Madrid, y el trofeo Blas Blázquez del Grupo Presión. Además, fue candidato al premio Txema Elorza en una de sus primeras ediciones.
“Hemos recibido enormes muestras de cariño y afecto en estos días y queremos agradecerlo en nombre de toda la familia Vega”, señala Nacho. Para su padre, “lo principal siempre fue su familia y, desde que falleció mi madre, su empeño fue siempre la unión de todos. Tenía pasión por sus cuatro hijos y sus seis nietos”, recuerda. Y sentencia: “A los hijos nos ha dejado un gran legado y le agradecemos el que haya sido un gran padre, amigo y maestro”.
Desde C de Comunicación nos unimos al dolor de sus familiares y amigos. Juan Pedro siempre tenía una sonrisa y unas palabras amables para cada uno de nosotros. El sector de ferretería pierde, sin duda, a uno de sus más valiosos miembros.
Se nos ha ido una magnifica persona y un gran profesional,su legado de amistad y camaraderia se queda con nosotros.