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Javier Fresneda (Ferretería Javier): “Mi padre es una institución en Torrejón y yo espero estar a su altura”

Fue uno de los candidatos al premio Mejor Joven Ferretero de 2022. Estos días ha recibido a 'C de Comunicación' en el suministro industrial que tiene en Torrejón de Ardoz.

Ferretería Javier es un referente del comercio de proximidad en Torrejón de Ardoz (Madrid), y Javier Fresneda (hijo) atribuye ese mérito a su padre, del que dice que le ha puesto “el listón muy alto”.

“Mi padre es una institución en Torrejón y yo estoy muy orgulloso de que así sea”, asegura este joven ferretero de 26 años, que se quedó entre los finalistas al premio Mejor Joven Ferretero de 2022.

Javier, que es hijo único porque, según él, “una cosa tan bien hecha no está para hacerse dos veces” -dice en tono jocoso, sin un ápice de prepotencia y pidiendo explícitamente que “lo pongamos” en C de Comunicación-, empezó a trabajar en la ferretería familiar cuando se graduó en Administración y Dirección de Empresas.

“Ese verano se fue una chica de la oficina y yo ocupé su puesto”, relata. Pero, como él quería estudiar una segunda carrera -el Grado en Derecho-, comenzó a simultanear sus estudios con el trabajo administrativo de la ferretería. “¡Pero la vida no me daba!”, afirma con total convencimiento y entre risas.

ENTREVISTA JAVIER FRESNEDA

Javier asegura que, a día de hoy, no se queja de los márgenes

Y fue entonces cuando cambió el Derecho por el negocio familiar. Ya han pasado “cuatro o cinco años” -dice dubitativo- desde que tomó esa decisión… y asegura que no se arrepiente. “La ferretería me pone a prueba, porque hay que ser capaz de solucionar diferentes problemas todos los días“, dice convencido.

“¡Hay que buscarse la vida para atraer clientes!”

Primero estuvo en la oficina; posteriormente, en el mostrador. Y es ahí donde nos lo encontramos cuando vamos a visitarle al punto de venta que tiene en la calle Primavera, 29, en el polígono Las Monjas de Torrejón de Ardoz. De hecho, al llegar está atendiendo a sus clientes y hace un hueco para conversar con nosotros. Mientras tanto, los clientes no paran de llegar.

Y esa continua afluencia de clientes se nota en las ventas. “El año pasado facturamos más de 3 millones de euros y este año lo vamos a superar”, asegura. “Facturamos más porque las cosas valen un 10 % más”, explica, pero no se queja de los márgenes. Según él, el negocio familiar va por buen camino.

“¡Hay que buscarse la vida!”, dice convencido. Y él es de los que se la “buscan”. ¿Cómo? “Vendiendo más a mis clientes, haciendo que la experiencia aquí sea atractiva, y siendo rápido atendiendo, porque la gente no viene a la ferretería a perder el tiempo”, explica.

ALEJANDRO CON JAVI FRESNEDA

Además, otras claves importantes para que el negocio tenga éxito son, según Javier Fresneda, “tener stock, porque si no, se van a otro sitio; opción de financiación; y, en definitiva, ser capaces de atraer clientes“.

“Mi padre tiene la última palabra”

El punto de venta que Ferretería Javier tiene a las afueras de Torrejón de Ardoz cuenta con 15 empleados, 2.000 metros cuadrados (repartidos a partes iguales entre la tienda y el almacén), y está enfocado al suministro industrial.

Pero, además, la empresa familiar cuenta con otra ferretería de proximidad en la avenida de Madrid, nº 33, del mismo municipio madrileño. Al preguntarle sobre quién dirige la empresa, responde sin titubear: “Mi padre tiene la última palabra, porque por algo tiene la experiencia que tiene -sonríe-, y él es el que lleva el peso, pero muchas cosas las llevo yo”, asegura.

Entre sus proyectos para 2023, Javier avanza que su intención es “digitalizar” todo su catálogo. Y al preguntarle si a su padre le parece bien, responde entre risas: “No se mete… porque no entiende de eso“.

EQUIPO FERRETERÍA JAVIER

De izqda. a drcha: Sara, Elena, Javier Fresneda, Juan y Maykel

La visita de C de Comunicación a Ferretería Javier (suministro industrial) concluye con el firme compromiso de que estaremos pendientes de todos los avances/innovaciones que este joven ferretero vaya introduciendo en el negocio familiar. Con su actitud, ímpetu y buen hacer -personal y profesional-, seguro que los habrá.

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