Ferretería Escrig abrió sus puertas en 1978 en Castellón de la Plana y a día de hoy es Toño Escrig, hijo del fundador, quien está al frente del negocio. En una conversación con C de Comunicación, el responsable nos relata la historia de la ferretería y nos admite que ha decidido dar el salto a Instagram para darse a conocer y aumentar su clientela. Por otro lado, Ferretería Escrig ha sido la mejor valorada de la provincia de Castellón, según las reseñas de Google.
“Empecé a echar una mano en la ferretería con tan solo 12 años, durante los veranos, y a los 19 ya empecé a trabajar. Es decir, llevo toda la vida”. Estas son palabras de Toño Escrig después de llevar 30 años dedicándose al sector de la ferretería y bricolaje.
Toño es la segunda generación de Ferretería Escrig, negocio que fundó su padre, Antonio Escrig, en 1978 y que ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en un punto de venta de 600 metros cuadrados. Además, cuenta con una plantilla de ocho trabajadores que también acumulan varios años de experiencia.
La ferretería está ubicada en Castellón de la Plana (Comunidad Valenciana) y pertenece al grupo Optimus y también a Neopro.

Marca propia y venta al por mayor
Aunque nació como una empresa dedicada a la venta y distribución de materiales de ferretería, construcción, jardinería y hogar, cabe destacar que este negocio decidió hace cuatro años diversificar su negocio y desarrollaron un sistema de ventas al por mayor.
Por este motivo, Ferretería Escrig cuenta con una nave dedicada exclusivamente a la venta al por mayor, centrada especialmente en herramientas agrícolas que esperan ampliar próximamente.
“No dejamos de ser una ferretería generalista, pero la venta al por mayor es otra historia. Trabajamos con cooperativas agrícolas de Castellón y tenemos nuestra propia marca, Himalaya, con productos que importamos directamente. Ahí sí que somos especialistas”, explica Toño.
Desde hace una década, Ferretería Escrig cuenta con su propia marca: Himalaya, una línea especializada en herramientas agrícolas pensada para la venta al por mayor. Esta marca les ha permitido diferenciarse de la competencia y consolidar una línea de negocio más eficiente, centrada en el suministro profesional.
En 2025, Ferretería Escrig ha sido reconocida como la ferretería mejor valorada de Castellón según las reseñas de Google, un reflejo directo de la confianza y fidelidad de sus clientes. Con decenas de valoraciones que destacan la atención cercana, el conocimiento del equipo y la amplia variedad de productos, el negocio familiar ha convertido la experiencia de compra en su verdadero diferencial. “Para nosotros, lo más importante siempre ha sido ofrecer una buena atención”, expresa.
Instagram como nuevo canal de crecimiento
Aunque tienen tienda online, Toño confiesa que la venta digital no es su fuerte. “Para vender online necesitas estrategia, acciones concretas. Ahora me estoy centrando en Instagram”, afirma.
Desde su perfil personal, @elferretero_escrig, Toño ha logrado conectar con una nueva generación de clientes. “Probé con un perfil de empresa y no funcionaba. En cambio, la gente quiere ver a la persona, al que te atiende, al que sale en los vídeos. Y eso sí ha funcionado”.
Tanto es así que algunas marcas ya le pagan por crear contenido. “Grabo los martes por la tarde con un amigo, yo pongo la idea y él graba y edita. Me lleva tiempo, pero está funcionando. Es otra forma de dar visibilidad a lo que hacemos”, dice.
Con más de cuatro décadas de historia, una marca propia en expansión y una comunidad que crece también en redes sociales, Ferretería Escrig es el ejemplo de cómo un negocio tradicional puede adaptarse sin perder su esencia. Mientras consolidan su línea de venta al por mayor y siguen apostando por el contacto cercano con el cliente, Toño y su equipo demuestran que el futuro del comercio local pasa por la combinación de experiencia, cercanía y nuevas formas de conectar.