En el corazón de Pravia (Asturias), la ferretería Casa Vega lleva más de un siglo siendo parte esencial de la vida de sus vecinos, ya que fue fundada a finales del siglo XIX. Desde C de Comunicación hablamos con Pablo Fernández de la Vega, actual responsable, para contarnos la evolución de este negocio familiar que mantiene intactos sus valores desde que abrió sus puertas.
“No sabemos a ciencia cierta la fecha en la que se fundó la ferretería, pero sabemos que fue mi bisabuelo José Fernández de la Vega a finales de 1800. Existen facturas en las que además de ferretería, se anunciaba como almacén de vino y paja, materiales de construcción, escopetas y artículos de caza y pesca, juguetes y máquinas de coser”. Con estas palabras relata Pablo Fernández de la Vega los inicios de Casa Vega, una ferretería ubicada en Pravia (Asturias).
El bisnieto del fundador describe este negocio familiar como “un comercio de pueblo que proveía las necesidades del día a día de sus habitantes”, y que a día de hoy lo sigue haciendo, adaptándose a los tiempos, pero manteniendo los valores del principio: confianza y honradez.
“Mi objetivo es sacar adelante día tras día este negocio”
Casa Vega cuenta con una superficie total de 100 metros cuadrados y está ubicada en la Avenida Carmen Miranda 25 del municipio de Pravia (Asturias). Además, dispone de un local adjunto que se utiliza de almacén y que cuenta con otros 100 metros cuadrados. La ferretería forma parte de Ymas. “Mi abuelo Fernando formó parte desde sus inicios de Cofedas, la anterior Ymas”, expone Pablo.
Aunque este negocio ha vendido multitud de productos durante toda su trayectoria, actualmente su punto fuerte es el menaje, la iluminación y el pequeño electrodoméstico, además de artículos para el hogar. Cabe destacar que dicha ferretería “tiene una especial debilidad por la cuchillería”, tal y como revela el responsable actual.
Respecto a los desafíos a los que se enfrenta Casa Vega en el día a día, Pablo describe varios frentes abiertos. Por ejemplo, asegura que existen dificultades para conciliar el trabajo y la familia, así como trabas por parte de la administración. Además, explica que debe lidiar con la competencia feroz y desleal que ejercen los grandes grupos y las desventajas de ser autónomo en España.
No obstante, a pesar de los obstáculos, el objetivo de Casa Vega es claro: abrir cada día sus puertas y seguir al servicio de los vecinos que confían en ellos desde hace generaciones. Pablo, quien asumió las riendas del negocio con solo 24 años, sabe que continuar con el legado familiar es un honor que no tiene precio.
“Jamás hubiese pensado que yo a los 24 años y sin tener idea de ferretería me haría cargo del negocio. No es el trabajo mejor pagado del mundo, pero hay algo que no se puede explicar y que te hace subir la verja todos los días. Puede que abrir una ferretería desde cero a día de hoy sea una locura, pero si ya está abierta y funciona, continuar con el legado y la tradición familiar no tiene precio”
Pablo Fernández de la Vega
Buena reputación en Google
A pesar de los retos actuales, Casa Vega goza de una excelente reputación en Internet, con una puntuación de 4,9 en Google. Además, acumula un total de 135 reseñas. “Es un empujón que anima a seguir haciendo las cosas bien y a dar servicio a los vecinos de la villa que son parte de la familia, y que sin ellos esto no tendría sentido”, comenta Pablo.
La atención personalizada y la especialización del negocio ha conseguido que Casa Vega sea una de las ferreterías mejor valoradas de Asturias, según Google.
En un entorno marcado por el envejecimiento de la población y la despoblación rural como indica Pablo, Casa Vega representa un ejemplo de perseverancia y dedicación.
Con más de un siglo de historia a sus espaldas, Casa Vega es más que una ferretería, ya que se puede considerar como un símbolo de tradición, esfuerzo y compromiso con su comunidad.