Fundada en 1978 en la localidad madrileña de Leganés, Ferretería Blázquez ha sido un referente para la comunidad local. Después de 47 años de actividad, la tienda baja la persiana, pero la historia continúa en su otra ferretería ubicada en el centro de Madrid con David Blázquez, hijo del fundador, al frente del negocio.
Los comercios locales han sido siempre el alma de los barrios, ofreciendo multitud de productos, pero sobre todo, un servicio cercano y personalizado que trasciende generaciones. Lo mismo se puede decir de Ferretería Blázquez, tienda que abrió sus puertas en 1978 en Leganés y ha conseguido durante todos estos años cautivar a la ciudadanía de la localidad madrileña.
Como pasa a veces en la vida, las etapas terminan y debido a la jubilación del responsable, la ferretería ha anunciado que baja la persiana después de 47 años. No obstante, el legado perdura, puesto que David Blázquez, hijo y sobrino de los dos fundadores, regenta la ferretería que lleva el mismo nombre y que está ubicada en la calle Ferraz, en pleno corazón de Madrid.
Para conocer todos los detalles de la historia, C de Comunicación se ha acercado a dicha ferretería, donde nos recibe David entre estanterías abarrotadas de todo tipo de herramientas. En ese momento, la ferretería tiene varios clientes y David se mueve de un lado para otro tratando de resolver sus dudas y ofrecerles la mejor solución. En total son cuatro trabajadores, y se respira un ambiente acogedor y familiar.
“Mi padre y mi tío abrieron la ferretería de Leganés en 1978, año en el que yo nací. Cuando cumplí 18 años empecé a ayudar a mi padre y estuve algunos años trabajando con él y después decidí abrir otra ferretería en el centro. En 2014 nos traspasamos a esta tienda y desde entonces aquí sigo. Siempre he estado ligado al sector”, relata David.
Ferretería Blázquez: Más de 9.000 referencias de producto
Ferretería Blázquez ofrece todo tipo de productos sin estar especializados en nada en concreto, aunque para David esto resulta una ventaja. “Tan pronto te encuentras una plancha como un martillo, siempre tratamos de asesorar y ayudar a todos los clientes para que se lleven lo que necesitan”, explica.
A pesar de no estar especializados, manejan un amplio catálogo de productos, ya que la cifra asciende a 9.000 referencias, aproximadamente. Dentro de este inventario, se pueden encontrar productos diversos como herramientas, electrodomésticos, materiales de construcción y bricolaje, iluminación, pinturas, equipos de protección, elementos para el hogar o menaje, entre otros. “La gente nos dice que aquí ofrecemos lo que no encuentran en otros sitios”, relata.
Ferretería Blázquez pertenece a Comafe, lo que les permite “ofrecer un servicio rápido, generalmente de un día para otro, en caso de no tener un producto en el momento”, explica David.
La importancia del servicio personalizado
Frente a la competencia de otras ferreterías y, sobre todo, del comercio online, el valor añadido de esta tienda reside en la capacidad de ofrecer un servicio atento, resolver dudas y encontrar soluciones específicas para cada cliente. El responsable reconoce que su enfoque principal siempre ha sido la atención al público en la tienda física, dejando de lado el comercio electrónico.
Esta capacidad de adaptarse a las necesidades del cliente, junto con un trato cercano, han sido fundamentales para sostener el negocio durante estos años, sobre todo en situaciones como en el Covid-19. Durante el confinamiento, a pesar de las restricciones, la ferretería permaneció abierta y David implementó un servicio personalizado para sus clientes –similar a las pizzerías-, puesto que preparaba bolsas con los productos y los entregaba a domicilio.
La creación de un grupo de WhatsApp llamado “Ferretería Covid Ferraz” es un claro ejemplo de cómo se adaptó para mantener una comunicación directa y personalizada con sus clientes. A través de este canal, los vecinos podían contactar directamente para solicitar productos específicos como bombillas o tubos, y él personalmente los entregaba con su furgoneta.
“No nos generó grandes ganancias, pero resultó fundamental para mantener el flujo de caja y poder pagar a los proveedores en un momento de incertidumbre económica”, relata.
A pesar de los desafíos que presenta el mercado actual, con el auge del comercio online y los cambios en los hábitos de consumo, Ferretería Blázquez sigue demostrando la importancia de los negocios locales como piezas clave en la vida de los barrios.
La dedicación de David y su equipo, junto con su enfoque en un servicio personalizado y cercano garantiza que el legado de la tienda continúe en Madrid, a pesar del cierre en Leganés.
