Cuando Isabel Esteve, propietaria de Ferretería del Poble, atiende al teléfono, de fondo se escucha ajetreo, conversaciones cruzadas, el tintineo de la puerta que anuncia la llegada de un cliente. Un trasiego habitual en cualquier otra ferretería de cualquier otro lugar, pero impensable hace unos meses en Paiporta, epicentro de la DANA valenciana, donde algo tan básico como colocar una puerta o una ventana en un comercio ya es motivo de celebración.
De lo que fue Ferretería Del Poble un día después de la DANA a lo que es hoy, documentado en un vídeo que han compartido en redes desde la propia ferretería, pasaron más de tres meses.
De sacrificio, de inversión económica, de persianas bajadas y, seguramente, de fe inquebrantable por levantar de nuevo un negocio en una zona que ha visto caer a unos cuantos. Su apertura oficial fue el pasado 3 de febrero.
“Ha sido duro. Son muchos meses parados, iba todo muy lento. No por parte nuestra, sino porque no teníamos puerta ni persiana, y había tanta demanda que tardaron 7 semanas en ponernos la persiana. A partir de ahí ya empezamos a montar”, recuerda Isabel a C de Comunicación.
“Un proveedor nos ha regalado las estanterías”
El vídeo del estado actual de la ferretería, no asociada a ningún grupo, muestra una realidad totalmente distinta: limpieza, luz, estanterías renovadas donde antes solo había barro y destrozos.
Una ferretería renovada gracias, en gran medida, por la ayuda prestada por los proveedores. “Nos han dado plazos más largos para pagar y un proveedor, por ejemplo, nos ha regalado todas las estanterías. Si no hubiera sido por eso…”, explica Isabel.
La de Ferretería del Poble es una de esas historias de reconstrucción que todavía quedan en Paiporta. En la localidad valenciana aún restan bajos de edificios, comercios o garajes por restituir. Fuera ya del foco mediático, en trabajo silencioso, con las miradas dirigidas hacia otros lados tras la agitación inicial. “Aún queda trabajo por delante”, sentencia Isabel.