Mientras el mundo aún trataba de asimilar una invasión militar en suelo europeo, Pedro López ya estaba cerca de Tiachiv, en la frontera entre Rumanía y Ucrania. Había llegado hasta allí con su furgoneta de Ferretería Chinchilla y con más de 2.000 kilos de ayuda humanitaria para las poblaciones más golpeadas por el estallido de la guerra.
Fue exactamente hace un año. Y este próximo 24 de marzo la cargará de nuevo para emprender su cuarto viaje a Ucrania. “No hay nada que llene más en esta vida que estar al servicio de los que sufren“, explica por teléfono Pedro López a C de Comunicación.
Su ferretería, ubicada en Chinchilla de Monte-Aragón (Albacete), se convierte en estos días en un punto de encuentro para quienes desean aportar al viaje. “Justo antes de hablar contigo me han llamado de una autoescuela de Albacete, que se ponen en marcha para recoger material y traerlo aquí“, asegura.
“La gente tiene que saber que los ferreteros tenemos nuestro corazoncito. No somos como las grandes empresas, pero hacemos también labor social“.
Pedro López (Ferretería Chinchilla)
En apenas tres semanas recorrerá en su furgoneta -de nuevo- los cerca de 3.000 kilómetros que separan Albacete de Ucrania. Atravesará 8 países con más de 2 toneladas de productos no perecederos. Ya ha llevado ocho toneladas hasta Ucrania, y espera superar las diez.
El objetivo, un orfanato en la región del Dombás, adonde han ido a parar 90 niños desplazados por la guerra y que han perdido a sus padres. Les llevará galletas, cereales, chocolate, juguetes… que durante estos días le acercan a la ferretería vecinos -y no tan vecinos-, y que seguirá recogiendo hasta el próximo 17 de marzo.
Su hazaña ha alcanzado una repercusión que ni él mismo imaginaba. Le siguen televisiones, radios y periódicos. “Hasta el presidente de la comunidad de Transcarpacia -una región del sur de Ucrania- se interesó por el español que ha ido allí tres veces”, explica.
“Era peligroso ir con dos furgonetas”
La primera de esas tres veces comenzó cuatro días después del inicio de la guerra. Reunió toda las donaciones de sus vecinos y puso rumbo a Ucrania. “Había colas de gente queriendo entregar productos“, recuerda.
El primer destino era un depósito de recogida en la frontera entre Rumanía y Ucrania, desde donde partían trenes hacia Jarkov o Bucha.
Volvió a Ucrania quince días después. “Dejé productos para recién nacidos y para mujeres a unos curas ortodoxos que iban a llevarlos a un hospital materno-infantil“, explica. En otro de sus viajes, llevó material a unas monjas de una iglesia católica de la zona.
“Al principio, iba yo en una furgoneta y en otra, el marido de una de mis trabajadoras. Pero en los siguientes viajes nos dimos cuenta de que era peligroso ir a Ucrania con dos furgonetas“, explica Pedro.
Desde entonces, afronta él solo una travesía por Francia, Alemania, Hungría… y que desemboca en la puerta de entrada a Ucrania.
Su deseo, dice, es llenar la furgoneta durante estos días con unos 2.500 kg de ayuda. Ganas de colaborar no faltan: le han llamado desde un colegio de Villarreal (Castellón) y también desde Galicia. “A ver si entre todos podemos conseguirlo“, concluye.
[Quien desee dejar material en Ferretería Chinchilla, puede hacerlo presencialmente en la tienda (Calle Toledo, 4. Polígono Industrial Camporroso. Chinchilla de Monte Aragón). También es posible hacer un donativo al número 651 980 471].
Pedro eres muy grande. Falta mucha gente como tú en este mundo. Seguro que nos iría mucho mejor.