La relación con los proveedores, las claves del éxito de Leroy Merlin en España, las marcas propias, los gustos de los consumidores y la cercanía con los clientes son algunos de los temas a los que ha respondido Frédéric Mayaud, director de central de compras de la enseña en nuestro país, en la entrevista que se podrá leer en el número 40 de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje.
El interés de Leroy Merlin por los entornos urbanos sigue en pie. ¿Cuándo podremos ver una tienda en el centro de una gran ciudad?
Lo más pronto posible. Mantenemos nuestro interés, porque es importante que estemos, pero no a cualquier coste. Hay que encontrar la fórmula para estar a largo plazo en el centro de la ciudad. Esperamos lograrlo en 2017. Es verdad que se necesitan muchas condiciones para conseguir una relación win-win-win. Leroy Merlin ya tiene en Francia tiendas en el centro de París, por ejemplo, y la experiencia está siendo muy positiva, porque el ciudadano también quiere un surtido para su hogar que esté cerca de él.
¿Qué aspectos caracterizan la relación entre Leroy Merlin y sus proveedores?
Es una relación que tiene tres partes: con los proveedores, con la empresa y con el cliente y debe ser una relación win-win-win. Para el cliente, el objetivo consiste en que a través de la gama de productos o de soluciones que le ofrecemos, tenga el beneficio adecuado al uso que él necesita en su hogar.
El proveedor, que nos suministre gamas de producto o servicios que tengan beneficio a largo plazo. La empresa tiene que buscar la satisfacción al cliente, el crecimiento de la cifra venta y la aportación a la rentabilidad. Queremos crear valor en todo el territorio, dejar el valor en España y, por eso, seguimos una política de proveedores españoles. Cuantos más proveedores españoles, mejor, porque están más cercanos a nosotros y a la necesidad del usuario.
De nuestra red de 1.547 proveedores, tenemos 1.309 españoles, casi el 85 % de fabricantes y suministradores proviene de España. Y los proveedores españoles exportan al grupo Adeo casi 254 millones de euros, así que hay casi mil millones de euros de compras de mercancías que hacemos gracias a los proveedores españoles. Y esto es un orgullo que queremos seguir potenciando.
Las marcas propias cada vez tienen un mayor protagonismo en Leroy Merlin. ¿Le asusta que la cadena acabe siendo identificada como el ‘Decathlon’ del bricolaje y el hogar?
Nuestro reto es cubrir todas las necesidades de nuestros clientes en el mercado de la mejora del hogar. Hay varios componentes, como el arquitectónico (las casas no son las misma en todas las zonas), que requieren varias soluciones que hemos de proponer a nuestros clientes. Por otro lado, nos encontramos en un mercado en el que una necesidad puede ser una marca concreta y esto lo queremos cubrir. Y el corazón de nuestro negocio consiste en saber ofrecer marcas locales o internacionales que satisfacen una o varias necesidades. También la marca propia es una necesidad que permite cubrir un segmento de relación calidad-precio, pero seguirá siendo una necesidad menor que la de las marcas internacionales o de proveedor.
No hay que tener miedo, sino tener la marca que necesita el cliente. Y las marcas locales y de proveedores son y serán muy importantes para Leroy Merlin en España. En la actualidad, vendemos 430 millones de euros de marcas propias y más del triple en marcas de fabricantes. No somos como otras empresas ni nos comparamos ni nos queremos comparar. Somos Leroy Merlin España, que quiere un surtido de marcas y soluciones que se adapte a las necesidades del cliente. Existen muchas marcas que aportan innovación y valor. Si una marca aporta valor al cliente final, la promocionamos y promovemos. Necesitamos marcas internacionales y locales, si aportan valor. Por otro lado, la innovación de las marcas es enorme y la necesitamos y queremos potenciar. Queremos dar un surtido relevante para cubrir necesidades y la marca es clave para nuestro sector.
La entrevista se podrá leer completa en el número 40 de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje.
