Existe una gran diferencia entre el orden y el desorden en nuestra ferretería. Y lo curioso es que no se le da la importancia que tiene a un problema que, si no se le presta atención, puede generar costes e importantes pérdidas.
Uno de estos costes es la cantidad de tiempo que se consume buscando un producto, ya que este desorden genera inconscientemente una mala ocupación del espacio al dejar artículos, embalajes, documentación, catálogos o tarifas en cualquier sitio.
Lo peor es que entramos en un círculo vicioso: asumimos como normal el desorden porque siempre se deja ahí. No es que nos dé igual, es que lo vemos como normal y, por tanto, no se le da la importancia que tiene.
Por normal general, en una ferretería el desorden ocupa alrededor del 26 % del espacio útil, en el mejor de los casos, y en el peor de los supuestos hay puntos de venta cuyo desorden llega a representar el 67 % del espacio.
Si esta cantidad de espacio la dedicáramos a exponer y colocar stocks adecuadamente ganaríamos todos estos espacios, pero lo que no se tiene en cuenta, y es aún más importante, es el tiempo que debemos invertir para atender a un cliente, buscar lo que nos pide, conseguir un espacio para dejar como sea las cajas o un palé con producto para reponer, dónde atender a un comercial que nos presenta unas ofertas…
La lista de cómo perdemos el tiempo por no darle importancia a esto es tan necesaria como la de tener el orden como una acción de trabajo y una obligación constante de ejecutar en nuestro día a día comercial en nuestra ferretería.
Otra parte negativa del desorden es la imagen que ofrecemos, que se traduce en mensajes subliminales que perciben los clientes nada más entrar a nuestra tienda y se dirigen al mostrador, donde ve productos unos sobre otros sin orden de ningún tipo, sin precios…
El cliente percibe que en el mostrador, de tres metros de largo, solo quedan unos 50 cm para poder atender al cliente e interactuar con él porque el resto está lleno de cosas: productos mezclados, albaranes, piezas que no sirven para nada, tarifas caducadas…
Esto hace, además, que el cliente deba esperar más tiempo para ser atendido, ya que el vendedor debe rebuscar entre otros productos y localizar lo que se le ha pedido. A más de un lector le vendrá algún ejemplo a la cabeza de esto mismo.
Lo que se transmite es una sensación en ningún caso positiva para motivar al cliente a comprar, sobre todo, a confiar en la profesionalidad del ferretero.
Ante esto, se pueden aplicar seis recomendaciones para conseguir orden en la ferretería:
Consejos para un orden adecuado en nuestra tienda
1. Tener un espacio para cada cosa. Dedicarle un espacio o una zona para cada producto o utilidad es una de las claves para conseguir el orden, y se debe adecuar y limitar el espacio a la cantidad de necesidades que tenemos.
Por ejemplo, si cada día recibimos un palé de mercancía, y siempre lo dejamos en medio de la tienda porque no tenemos un sitio fijo, es un problema constante. Debemos habilitar un espacio para esta acción de recepción y recolocación, aunque haya que quitar espacio de la sala de venta.
2. Contar con proveedores agiles y eficientes. Es importante contar con un servicio regular de entregas para no tener un sobrestock que nos ocupa espacio y nos genera problemas. Por este motivo debemos efectuar pedidos de reposición más repetidos y constantes, para recibir menos cantidad de artículos en cada uno de ellos y así evitar el tener que improvisar su ubicación.
Es mejor pagar algo más caro el precio de un artículo y contar con un servicio de entregas más regular y constante que el sobrecoste y los problemas que nos genera no tener espacio.
3. El orden como sistema de trabajo. Tener muy claro que el orden no es una palabra sino es un sistema que debemos aplicar en todo momento y en toda nuestra ferretería, desde la recepción, los catálogos, el almacén, etc. No se puede dejar nada fuera de su sitio y si no se tiene se deberá de buscar ya que si no se sabe qué hacer la improvisación para este tipo de acciones es muy mala y poco eficiente.
4 Tenemos un limite de espacio y capacidad. Debemos conocer el espacio del que disponemos, para no colocar más de lo que cabe. Esta limitación nos permite trabajar mejor y con más orden.
La forma más simple y eficaz de liberar espacio es estudiar y seguir los productos que están dentro de los rangos de rotación y ventas correctos y los que no. Estos últimos hay que eliminarlos para así lograr más espacio y más venta. En una ferretería, de media, hay más del 28 al 32 % de los artículos que no se venderán nunca y que ocupan espacio
5. Movilidad y adaptación constante. En la ferrería no debe haber nada perpetuo o para siempre. esta técnica de no mover ni cambiar nada por que siempre ha estado ahí, ya no sirve y no es recomendable.
Si analizamos la venta y lo que nos aporta cada producto en su posición, y estos datos los utilizamos para tomar decisiones -y además lo analizamos cada tres meses, como mínimo- nos daremos cuenta de que vendemos más, rotamos más los productos, ofrecemos una sensación de cambio y renovación constante que lo percibe el cliente.
6. No a la cantidad y sí a la variedad. El sobre stock es un problema, en muchas ocasiones, por el espacio que ocupa, el inmovilizado económico que representa, el tiempo de manipulación por la cantidad que hay de producto, etc. El ‘efecto cantidad’ ya no es tan importante para el cliente como antes.
Conta con una oferta variada y bien expuesta es más efectivo que ocupar espacio con más de lo mismo que debe rebajarse de precio para generar la rotación y esto afecta a nuestro margen. Parar lograr una oferta que atienda la demanda de nuestras clientes pero sin excederse en cantidad es fundamental contar con una oferta y un stock acordes a nuestra demanda y al volumen de ventas/clientes.
Estos son algunos de los múltiples consejos que debemos tener en cuenta para que nuestra ferretería esté en condiciones para vender y ganar. El impacto del desorden a nuestras ventas es muy importante. Los costes se reducen con el orden, ya que es menos tiempo de recorridos y búsqueda de un producto cuando nos lo solicita un cliente y solo en el coste de personal ya se puede imaginar lo que se puede reducir y tener a su vez una mejor, así como eficiente, ferretería.
Consejos y sugerencias:
- El sobrecoste del desorden en nuestra ferretería genera pérdida de ventas y clientes.
- No tomar medidas para eliminar el desorden nos puede llevar al caos y hasta el cierre de nuestra actividad.
- El orden no debe ser voluntario ni puntual, sino obligatorio y constante.
- Si supiéramos valorar lo que perdemos con una ferretería desordenada, sin duda actuaríamos de inmediato, pero debemos de interesarnos por saberlo.
Autor: Antonio Valls
Antonio Valls, director general de SystemShop Consulting S.L. Autor del libro ‘F de Ferretería. Manual para la Ferretería del siglo XXI’.
Con más de 24 años de experiencia en gestión e innovación en el punto de venta, Antonio Valls es un apasionado del sector de ferretería y bricolaje.
SystemShop Consulting S.L. es una empresa especializada en la optimización e innovación en el punto de venta (retail). Busca y da soluciones efectivas a cualquier problema: imagen del establecimiento, ‘lay out’, formación del personal, imagen corporativa, gamas de producto, negociaciones con proveedores, gestión de compras, ‘mystery shopper’, implantaciones, iluminación, rotulación y señalización, escaparates, gestión del punto de venta, indumentaria, distribución interior, decoración interior del establecimiento, lógica de funcionamiento.