Actualmente, Bianditz afronta un proceso de relevo generacional con la vista puesta en el futuro. La empresa cuenta con 2.500 metros cuadrados de instalaciones, un equipo de 26 personas y una red nacional e internacional que opera en más de 22 países.
Bianditz celebra este año su 60º aniversario consolidándose como un referente en el diseño y fabricación de herramientas de precisión.
La empresa familiar, fundada en 1965 por Juan Ribera, ha evolucionado durante todo este tiempo y, lo que empezó como una empresa auxiliar en el centro de Irún, se ha convertido en una gran compañía que ya cuenta con tres líneas de negocio diferenciadas y un fuerte compromiso con la innovación y la sostenibilidad.
Desde un principio, el objetivo era dar respuesta a las necesidades de las empresas locales de la zona, con el foco puesto en la fabricación de moldes y herramientas de mano.
Más de medio siglo de historia
Fue en 1990 cuando nace la marca Bianditz exclusivamente con puntas de atornillador. En 1992, asisten a Ferroforma con su primer catálogo propio de herramientas y en 1997 empieza su expansión internacional con exportaciones de productos al extranjero.
En 2002, la empresa se traslada a su actual ubicación en Irún, ampliando su actividad con la fabricación de moldes para clientes que fabrican piezas de caucho.
Pasan los años y la tercera línea de negocio llega en 2009, cuando Bianditz incorpora soluciones de decoletaje y herramientas de precisión para cerrajería, marcando un punto de inflexión hacia la diversificación y la especialización.
A lo largo de estas seis décadas, la empresa ha sabido mantener su identidad familiar sin renunciar al crecimiento y a la modernización. En Bianditz creen que la co-creación, la cercanía y la escucha activa son las claves para seguir construyendo una cultura de innovación sólida.
“Creemos fielmente que la innovación también surge del contacto con las empresas de la zona. Escuchar sus necesidades nos sirve para pensar en soluciones innovadoras y dar respuestas”.
Bianditz a día de hoy
Bianditz actualmente diseña y fabrica herramientas de mano, moldes, troqueles y piezas de decoletaje para sectores como la automoción, cerrajería, construcción o aeronáutica.
La empresa cuenta con 2.500 metros cuadrados de instalaciones, un equipo de 26 personas y una red nacional e internacional que opera en más de 22 países.
“Desde nuestras tres líneas de negocio ofrecemos soluciones industriales a medida con el cliente en el centro, acompañando todo el proceso desde la idea al resultado final”.
La empresa se encuentra actualmente en un proceso de cambio generacional para adaptarse a las actuales necesidades del mercado.
Desde la compañía, aseguran que son cuatro los retos estratégicos a los que se enfrentan:
- Optimización de los procesos de trabajo: organización de las formas de trabajo con procesos de trabajo LEAN para optimizar los procesos de trabajo.
- Digitalización: dos retos principales, captura de datos en planta y paralelamente en el ámbito comercial tener herramientas para dar mejores tiempos de respuesta a los clientes
- Reducción de la huella de carbono: la sostenibilidad es una parte integral del compromiso con el planeta. Creen que es su responsabilidad como empresa minimizar su impacto en el medio ambiente y contribuir a un futuro más sostenible. Poco a poco están dando pasos: han reducido los plásticos de un solo uso y han instalado placas solares.
- Personas: teniendo en cuenta la evolución demográfica que está teniendo la sociedad otro reto es la retención de talento tanto a nivel interno como captación de nuevas personas que puedan necesitar.
















