Cuando Ferretería El Compás cierre definitivamente sus puertas a finales de septiembre, el centro de Málaga se quedará con una única ferretería. La clausura de El Compás significa el fin de tres generaciones de ferreteros.
Luis Barbado, el actual propietario, se jubila y no tiene sucesores para continuar con el negocio familiar. “Mis hijos están todos bien colocados y no quieren seguir en la ferretería”, explica. No ha habido posibilidad de traspaso, porque el local -de 60 m2- es de alquiler.
“Los clientes lamentan el cierre”, asegura. Y es que cada vez va a ser más difícil poder comprar artículos de ferretería en el centro de Málaga. Tan solo Ferretería El Llavín, en la calle Santa María, resiste el auge de los locales de restauración que proliferan por la zona.
Precisamente El Llavín es la ferretería más antigua de la provincia, con cerca de 150 años de vida, tal y como reconoce Enrique Gil, presidente de la Asociación de Ferretería de Málaga, y también es uno de los comercios más antiguos.
Para explicar la despoblación de ferreterías del centro de la ciudad, Gil aduce el elevado precio de los locales de la zona, que no permiten instalar más que negocios de restauración.
En toda Málaga se calcula que existen alrededor de un millar de ferreterías. En los últimos tiempos, además, se ha producido la apertura de un significativo número de tiendas por parte de ciudadanos de origen argentino. Entre un 8 % y un 10 % del total de ferreterías existentes, calcula Gil, están regentadas por argentinos, “un fenómeno que no me consta que se haya producido en otras zonas”. Este hecho se da, especialmente, en la costa y en la capital, pero no existe un motivo claro para explicar esta situación. Algunas de ellas también forman parte de la asociación de ferretería.
Para Enrique Gil, el mercado de ferretería en Málaga todavía no está maduro y, aunque la crisis de la industria ha provocado el cierre de algunos comercios, han sido pocas las ferreterías que se han visto obligadas a liquidar.
Se refiere a la zona centro de la ciudad de Málaga. En las afueras y barrios nuevos, por supuesto, hay más ferreterías.
"Málaga se queda con una única ferretería en el centro" y "Entre un 8 % y un 10 % del total de ferreterías existentes, calcula Gil, están regentadas por argentinos, "un fenómeno que no me consta que se haya producido en otras zonas". Este hecho se da, especialmente, en la costa y en la capital, pero no existe un motivo claro para explicar esta situación." No se corresponde y no es coherente. O queda una sola ferretería en la ciudad o hay más. No entiendo.