Ferrymas es la cadena de ferreterías de proximidad que la cooperativa Coferdroza puso en marcha a mediados de 2016. En estos seis meses ya ha conseguido identificar a más de una veintena de locales bajo esta nueva enseña y las previsiones para 2017 apuntan hacia el centenar.
“Queríamos alejarnos de la ferretería convencional”. Así explica Manuel Almorín, propietario del Ferrymas abierto en el barrio zaragozano del Actur –el primero de la cadena en España-, la filosofía que ha regido y rige su experiencia como empresario del sector. “No es necesario abarrotar la tienda de producto”, afirma. Y eso se percibe desde el mismo escaparate de la tienda, que incorpora una selección de productos muy cuidada y con una presentación vistosa.
El interior responde a esa estrategia de exponer los artículos de manera que todos ellos destaquen y, al mismo tiempo, el cliente pueda ver todo el punto de venta. Para ello, se han instalado estanterías de 1,5 metros de altura, que permiten obtener una panorámica completa del establecimiento. Los ganchos cortos de los lineales evitan la acumulación de producto innecesario y posibilita que el surtido expuesto sea reducido. “Nuestra intención es no tener que almacenar en la tienda. El programa informático de la cooperativa ofrece una síntesis de lo que se necesita cada día” y, en función de ello, se programan los pedidos. Todo ello es posible, gracias a la cercanía con Coferdroza y al sistema de entrega de pedidos al socio.
Una visión desde el marketing
Manuel Almorín ha proyectado en Ferrymas su particular visión del marketing y la publicidad, mundos a los que pertenece. Y es que no tiene experiencia en el mundo de la ferretería. Sin embargo, cree tanto en el proyecto de esta enseña de ferreterías de barrio que ha decidido dar el salto y experimentar en sus carnes el día a día de este comercio. “Ferrymas está tan bien pensado que cualquier persona puede montar una ferretería, aunque no tenga experiencia”, asegura convencido. En cualquier caso, solo los socios de Coferdroza pueden optar a sumarse a la cadena.
Junto a la importancia del surtido y el producto, las ferreterías Ferrymas se caracterizan por ofrecer a sus clientes una cartera completa de servicios de mantenimiento del hogar: instalación de bombillos, copias de llaves, reparaciones de cerraduras, instalación de grifos, calderas, calentadores y termos, reparación e instalación de radiadores, montaje de campanas extractoras, vitrocerámicas o soportes de TV, instalación de enchufes, realización de tareas de decoración y reformas, etc.
Con una clientela compuesta en su mayor parte por consumidores de más de 35 años, este Ferrymas ha apostado también por atraer personas hasta su interior gracias a un acuerdo con Punto Pack, mediante el que la ferretería se convierte en punto de recogida Relay y así, los compradores online pueden pasar a retirar sus pedidos en la tienda. Esto conlleva una doble ventaja: por un lado, la ferretería se lleva un porcentaje por cada paquete recogido y, por otro, se consigue que el flujo en tienda aumente y, con ello, el número de potenciales clientes que entran en la tienda. Tal y como explica Manuel, los resultados hasta ahora son muy satisfactorios.
El reportaje completo se podrá leer en el número 43 de Cuadernos de Ferretería y Bricolaje.
